sábado, 21 de septiembre de 2019

LOS CONSEJOS DE LU, albañil chino, “adivino”


YOGUR DE SOJA

DA BING ya envuelto

DA BING, hojaldrado con huevo, lechuga, cebolleta...

SHI TOU BING, torta de maiz crujiente



SHANXI YOUMIAN, fideos aplastados con verdura...
EL FAMOSO BUEY DE PINGYAO, que probe en Beijing y no me gusto nada la textura


Setas y verduras, plato familiar delicioso y barato


Berenjenas caramelizadas con granos de sesamo, mi favorito a media manana



DUMPLINS rellenos de cerdo, de pasta finisima y rizada. Divinos!


¡Ayyay, vuelta a empezar! Cada tres o cuatro días la misma letanía. Que si tortas, que si fideos, que si yogurt de soja, que si taberna de gente local, que si a la derecha, que si de frente, que si quesiiiii
Ya no me había logrado entender con mi taconuda por la mañana a pesar de mis esfuerzos “inglis”, y los suyos, de gestos y dibujos en el aire. ¡Nada!
En estas se asoma un hombre chino por nuestra puerta de la muralla en una motito minúscula, a la que le había echado el ojo ayer. Se baja y entra en la INN y yo con él. Es un chino alto, flaco, con brazos de acero. Blanco reblanco con dientes ennegrecidos, un cigarrillo prendido al labio por compañía. Entra en un cuchitril y sale todo vestido de gris preparado para decorar la puerta de entrada. En un santiamén monta un andamio y se encarama con todos los bártulos.
Este es mi hombre, me digo. Primero con un “baile” de brazos  y un brrrrr brrrr  ilustrativo le hago saber que me gustaría alquilar su moto para darme un clareo por todo el pueblo.
Yo yo yo y me golpeo la clavicula, no vaya a ser que el pecho signifique otra cosa mala, luego le señalo a él y a la motito. No no no me lanza con una sonrisa voladora señalando el antro de la taconuda. Finalmente comprendo que el vehículo no es suyo, que la jefa se lo deja para venir a trabajar. Ah.
Bueno, ahora el asunto del condumio. Pongo en marcha mi repertorio de gestos que he ido acumulando en estos días de tortura china lingüística.
1.     Comer, redondo, aplastado, relleno a veces… ¡BING! Dice LU con una risa comedida indicando la segunda calle a la derecha: SHI TOU BING y cierra los ojos en afán de paladear la delicia, CRAC CRAC CRAC. Crujientito, entiendo.
     ¡DA BING! Añade en éxtasis “rellenando” la BING con toda una serie de ricuras: huevo, parece; ensalada, parece… amén de otros gestos indescifrables.
2.     Tiro de los fideos, los mezclo, los sorbo y una risa estentórea acompaña su respuesta: ¡No no no! SHANXI YOUMIAN. Entiendo que eso de sorber no le ha parecido muy fino a LU.
3.     SHAOMAI, le suelto, que para eso ya me había aprendido el palabro en Beijing. Ahhhh! Y aspira como si en ello le fuera la vida, y es que aquí los SHAOMAI ( dumplings) de cerdo envueltos en una pasta finísima rizada en lo alto son de siete estrellas Michelin, remojaditos delicadamente en este vinagre gourmet de PINJYAO.
Está claro que ya nos entendemos, este hombre es un  “adivino”. Salgo segunda calle a la derecha confianzuda como proyección de su brazo  que para sí quisieran los blancos de la circulación de aquí, medio aplatanados por este sol  de justicia.
Lo del VINAGRE DE PINJYAO lo contaré luego, que merece la pena.

FOTOS: Cortesia de GOOGLE

6 comentarios:

  1. Ahora que lo leo me entran unas ganas terribles de todos estos manjares, sobre todo las BING de tantos gustos.
    Para consolarme me hare un CHAPATI ESTA NOCHE RELLENO DE ESPINACAS Y PANEER, que no esta nada mal tampoco.
    Os gusta la comida china?
    Supongo que los grandes restaurantes seria mas delicada y soficticada...pero no a mi alcance.
    Saludos.

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    1. A una servidora no le gusta la comida china, ni casi ninguna fuera de la Península Ibérica. Cateta que es una.

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    2. Au, mi Macj! Pues a su mas leal servidora no es que le pirren todos esos platos chino, sobre todo los que stan ahogados en gelatina.
      Pero, tengo que decir, que los BINGS me salvaron la vida.
      Besos

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    3. A ver que sería capaz de comer yo con hambre de siete semanas. Eso me decía mi madre cada vez que ponía alguna pega a la comida.
      Un abrazo y alguna carantoña.

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  2. En mis buenos tiempos, Igoa, iba de vez en cuando a algún restaurante chino y disfrutaba con algunos de sus platos. Ahora, por motivos que no vienen al caso pero creo que es fácil imaginar, hace tiempo que no voy.
    Además, hace tan solo unos años ir a un chino era "la última moda". Después vino, no sé exactamente en qué orden, los restaurantes de comida india, japonesa, indonesia, coreana...
    No me importaría tomarme en estos momentos un Da BInG. Bueno, te dejo que es la hora de la cena y se me está haciendo la boca agua.
    Besos!

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  3. Hola, Emilio
    Y que se cena por ahi? Ayer yo me di una cenita Tamil de Masala Dosha y filter cofee que me dejo con los ojos en blanco hasta las once de la noche, cosa inaudita para la gallina que es una.
    Todo esto esta muy bueno, pero yo prefiero y sueno con la cocina basca que desgraciadamente, desde que mi madre tuvo la ocurrencia de marcharse al cielo, pocas ocasiones tengo de catarla.
    Pero todo se andara, me digo, esperanzada.
    Bsss

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