jueves, 29 de octubre de 2015

LAGUNAS ANTIPLANICAS DE BOLIVIA















Retumba el teléfono de los enamorados brasileiros en medio de las tinieblas recordándome que tengo que extirparme del saco y mi catre por fin caliente; que tendré que vestirme; que lavarme como los gatos con gran esfuerzo. Alfredo dijo anoche que saldríamos al amanecer camino a las LAGUNAS ALTIPLANICAS.  Tecito de COCA, panes pasmados, mermelada al gusto “heno de pravia” y una margarina que haría funcionar la mas rebelde de las maquinas…Devoramos todo sin rechistar en previsión del largo camino que nos espera.
Cargamos y salimos con la pestaña pegada.
Dando tumbos por la pista, medio dormidos y sin ganas de canticos, llegamos a la ruta principal, a la que llega a Calama, el imperio del cobre chileno. Pero poco nos dura el respirito que ya entramos en la pista de las LAGUNAS ANTIPLANICAS que nos llevara hasta la frontera con Chile, a los pies del volcán LICANCABUR.



La pequeña laguna CANAPA, ya a 4000 metros, nos da la bienvenida. Hermosa perla salada protegida por tres volcanes;  de color azul-verdoso con una costra salina blancuzca en sus orillas, lugar privilegiado para observar la flora y fauna andina: vicuñas, vizcachas, patos, gaviotas andinas…y, pequeños grupos de flamencos (escasos en mayo) que con el agua a media pierna se dedican con fruición, impertérritos, a filtrar los sedimentos limosos del fondo de la laguna. Parece que pueden sumergirse y "trabajar" mas de una hora seguida; suben a la superficie, inspiran rapidamente y alla bajan de nuevo como rayos.
!Quien pudiera!






Artemia salina




No muy lejos la laguna HEDIONDA, a pesar de su olor a azufre, parece atraer a los flamencos blancos de pecho cardenalicio con su riqueza en invertebrados (zooplancton / invertebrados bentónicos) y algas diatomeas microscópicas de las que se alimentan. Las alpacas pastan en los BOFEDALES esmeralda vivificados por venas cristalinas ajenas a estos turistas que se empeñan en robarles el alma.







Aguas azules saladas ricas en minerales: litio, potasio, bórax. En sus orillas se han encontrado restos humanos que datan de 3500 años a.c. de la civilización de los UROS, que fueron conquistados, desplazados, aculturados y menospreciados hasta hoy en día en que sobreviven gracias al turismo.  Algunas familias viven en la orilla del Lago Titicaca con sus islas flotantes y SUS CABALLITOS DE TOTORA, de raíz magica, en Perú. Otros pocos en Bolivia.en la orillas de los lagos COIPASA y POOPO.
Seguimos subiendo ya muertecitos de hambre, los brasileños cantando canciones de amor, hacen la pena más llevadera. Alfredo dice que vamos a parar en el DESIERTO DE SILOLI y que allí preparara la comida. Aparece el ARBOL DE PIEDRA en todo su esplendor DALINIANO. ¡Es verdad! ¡Es verdad! Se diría que nuestro DALI tuvo noticia de estas formaciones rocosas de ensueño para sus composiciones surrealistas.

Mis vecinos se matan a sacar fotos a destajo en la media hora, que según nuestro guía, tenemos asignada, que para eso él ha seguido una CAPACITACION del Departamento de Turismo, que tiene permiso, que tiene tarjeta y conocimientos para proteger las riquezas naturales del SALAR…
El arroz tieso salpicado de zanahoria acompaña unas micromilanesas de algún ave que espero no sea gaviota altiplánica, de bicho tan enclenque. Trago de antivirus CC, que se ve que le entusiasma a nuestro hombre.
Estamos en un circo de rocas retorcidas, azotadas por los vientos; una YERETA asoma tímida y pomposa por una grieta al amparo de las ráfagas asesinas. Me tumbo a su lado, le hablo, me cuenta sus cuitas: como la arrancan para prender los hornos de BORAX voraces como infiernos a pesar de estar  “PROTEGIDA”, ella que crece tan poco que algunas hermanas cuentan con más de 3000 años…


De la YARETILLA, su prima hermana, las mujeres indígenas hacen un champú muy apreciado, me dice al oído antes de despedirnos. ¡Suerte! Les lanzo.
Y ya estamos otra vez en la coctelera arropados por violetas, rojos metálicos, amarillos suntuosos, blancos purísimos en medio de los ocres omnipresentes. Alfredo se apura antes que caiga la tarde.
El Refugio de la Reserva Nacional de Fauna Andina EDUARDO AVAROA, en la LAGUNA COLORADA, nos espera, pienso, invadida de pronto por un sentimiento de orfandad irreparable en medio de la vacía inmensidad mineral que nos rodea.





Un cartel, un puesto de control, el agua sangrienta. 


FOTOS: Cortesia de GOOGLE




viernes, 23 de octubre de 2015

DEL CEMENTERIO DE TRENES A LA ISLA INKAWASI EN EL SALAR DE UYUNI








¡Mal empezamos! Uno a uno van saliendo los vehículos de los “cerveceros” bien alineados como en sentina…de buque negrero, medio dormidos, pelos en batalla y bolsones preñados.
Los nuestros, ni noticia. La avenida Ferroviaria desierta. Una hora a pie de acera;  Fátima ha desaparecido y empezamos a elaborar toda una serie de conjeturas “timoturista” de las que corren por el pueblo.
Buscándola por la agencias, finalmente aparece con el tal Alfredo, chofer-manager de la expedición con sus dos vehículos. Cargamos y empezamos viaje. Los brasileiros parecen de buen humor, ellos ya han pasado por otras de la serie desde que salieron del Sertao.
EL
CEMENTERIO DE TRENES, reliquia de la fiebre de la plata, se perfila en la blancura de la mañana coronados sus vagones de mujeres en poses “feisbukistas” regalo a sus fieles seguidores. Nuestro Alfredo no tiene ganas de charletas y se queda con sus amigos a la zaga. Y yo, tranquilamente despanzurrada en el asiento trasero disfrutando del silencio.
Salimos hacia COLCHANI, pequeño pueblo indígena en el norte de El SALAR dedicado a la producción de sal yodada. Cortan bloques, los muelen, los purifican en hornos de TOLA, añaden yodo para el consumo humano y, mujeres y niños (los fines de semana) la embolsan. Antes la transportaban a lomo de llama hasta el sur, a Tarija, para trocarla contra alimentos y textiles.
Hoy, organizados en la COOPERATIVA  “ROSARIO LIMITADA”, poseen su propio camión y la venden en Sucre, en Potosí… y hasta la exportan a Brasil, dicen. Sin embargo, siguen trabajando con una tecnología rudimentaria, ya que la inversión necesaria es muy elevada para el precio de la sal. 
Así, aunque producen 2 toneladas de sal diarias, apenas reciben un jornal que les permita vivir dignamente, trabajando toda la familia.
En Colchani otras familias se dedican a la fabricación y venta de artesanía de sal. Es un trabajo laborioso cortar los bloques, machacarlos, disolverlos, preparar los moldes y después de tres meses de secado pulirlos y pintarlos. Todo eso por 5, 10 o 20 bolivianos que los turistas extranjeros pagan gustosos.

El MUSEO de sal reúne piezas interesantes en lo que fuera el HOTEL DE SAL PLAYA BLANCA, declarado ilegal por la justicia a causa de sus alcantarillas “subterreno”que contaminaban las aguas del SALAR. Parece ser que ahora han tomado medidas “ecológicas”, y que los detritus y aguas menores y mayores las llevan a Uyuni para su tratamiento…
Nuestro Alfredo prepara la comida al aire libre, al relumbre de la sal. Hoy un kilo menos y unos cientos de “viruses” muertos con la inestimable ayuda de la Coca-Cola. Salimos hacia INKAWASI.






Es media tarde. Un mar níveo con reflejos dorados. El sol nos hace guiños entre los cactus gigantes (Tricocereus Pascana), venerables, igualitos a los de Atacama. Enhiestos, barbas agrestes, vigilantes, a la espera de esos extraterrestres que dicen aparecer aquí arropados por las sombras.
Unas mujeres indígenas se encargan de controlar las entradas a la isla y el baño que han tenido la buena idea de construir a la salida del camino de ronda, aunque, por aquello de la praxis, debieran haberlo anunciado al inicio para evitar tentaciones pecaminosas.

(Menos mal que no había esta tropa.
!Ventajas del invierno! Gracias diosito!!!!)
¡Y parecía inocente la INKAWASI! La cosa es que en cuanto le da uno a los repechitos empieza a sacar la lengua como perro acalorado. Es que… los casi 4000 metros no perdonan. Caminito lindo entre el roquedal cobrizo de la cabeza del antiguo volcán sumergido en gigantesco lago prehistórico hace unos 40 000 años. Hasta podemos palpar la frágil estructura pseudo coralina incrustada con depósitos de fósiles y algas. Desde lo alto, en una vista de 360 grados, el SALAR DE UYUNI se nos manifiesta en todo su esplendor al caer la tarde. El sol se va durmiendo arrastrando su capa rosada (HOMENAJE a Lorca) y su amante Violeta se insinúa en el horizonte…
¡Es hora de partir! Vocea Alfredo. Aquí anochece de golpe y tardaremos en llegar a dormir al hotel de sal.

Pero no este de abajo, Palacio de sal.



No es el nuestro el lujoso PALACIO DE SAL ni el semi lujoso LUNA SALADA .que te rascan el bolsillo en carne viva. El nuestro es un sencillo HOTEL DE SAL en medio de la nada,  arropado por las tinieblas.


Sal los muros, sal el suelo, sal los techos y de sal la cama, las mesas y los asientos. Blanco herido del rojo sangre de las borlitas de las llamas. Chocolate y albero de los ponchos. Alfredo se mete en la cocina con las dueñas a preparar la sopa mientras nos inventamos en los cuartos cómo pasar la noche que se presenta peliaguda.
“? Mas mantas?” Me mira como espantada la indiecita. Le digo que en la India dormimos en los puros cueros y que aquí, por tanto, me parece que pernoctara en cámara frigorífica. Por si acaso coloco con  suma atención y técnica depurada mi saco de dormir, abierto, que yo no soy fan de los sarcófagos.
¡La cena, la cena! Y todos salimos de las habitaciones a la carrera. En la mesa de al lado un grupo de jóvenes y “jovenesas”judías-israelies están trincando botellas tras botella de vinito chileno, que sabe a gloria según dicen y calienta el corazón y otras vísceras internas menos espirituales.
Por la mañana, a oscuras, café carretera y manta, o más bien saco azul que me envuelve como sudario mientras el pobre 4 por 4 vuelve a la vida.
Ni imaginar podéis como fue el paseíto nocturno al WC, que eso ponía. Lucecita luciérnaga tísica en medio del blancor fantasmal, que no almidonado; menos todos los grados centígrados. ¡Qué aventura!
Y me preguntaba yo. ¿Dónde están los inventores de inventos prácticos y necesarios? ! Jajaja!
Y hablando de cosas más serias con unos y con otros sale a relucir el problema del OSCURECIMIENTO DEL SALAR, y la CRECIENTE CONTAMINACION.
¿OSCURECIMIENTO? Sí  La pérdida de ALBEDO a causa de la escasez de lluvias y nieve que hace que el polvo de la cercana labranza arrastrado por los fuertes vientos,  se quede en la superficie disuelto con la sal formando costra de rico color canela. 

¿Y qué es el ALBEDO? Pregunto, sonándome como cantico de mi adorado profesor de Latín  Sr. Mariner Bigorra, el que consiguió, con su entusiasmo, mi rendida admiración por la lengua de nuestro Séneca.
La respuesta del sabio: “Es la BLANCURA”. El cociente entre la radiación reflejada y la que incide en la superficie. Ej.: Si es el 100 % sería la nieve, un espejo. Pero el ALBEDO del SALAR DE UYUNI en 2010 era sólo de 43 %, lo que le da una tonalidad pardusca en ciertas áreas.”
Doy gracias a Eolo, soplando para otros pagos, por haber tenido el privilegio de admirar y fundirme con esa inmensa blancura cristalina.
Salimos para las LAGUNAS ALTIPLANICAS.

FOTOS: Cortesia de GOOGLE








lunes, 12 de octubre de 2015

LA CASA DE LA MONEDA EN POTOSI Y LA RUTA DE LA PLATA











Está oscureciendo tan pronto y estas calles aviesas me atraviesan con sus miradas aceradas de siglos de odios, derroche, sudor y concupiscencia. He de bajar hasta la Oficina de Turismo, que resulta estar ubicada en un ex templo de la Compañía de Jesús: San Ignacio.



Gente amable que me recibe y me informa a pesar de la hora tardía en una oficina sala de exposición bella y didáctica
“Tiene que ir a LA CASA DE LA MONEDA de mañana, con un grupo, es preceptivo. Por la tarde puede visitar la catedral y otras iglesias emblemáticas”. Ya en la oscuridad intento localizar el puestecillo “oficial” que vende cucuruchos de carne y pan a la plancha por 5 Bs y que huele tentadoramente. No hay nada como las tinieblas y la imaginación desaforada. ¡Jajaja! Mastico a conciencia espantando los fantasmas.


(Lo siento, pero este es mi juguero de Sucre, igualito, igualito con su “pelador de limas rojo”. El otro me ha desaparecido.)
Dos horas en La Casa de la Moneda, a primera hora de la mañana tras un jugo de lima en la plaza, la segunda que se construyera en Potosí en el siglo XVIII,  con la Sra. Yola y un grupo de bolivianos de varios Departamentos es una experiencia inolvidable. Un grupo de muchachas indígenas escuchan con devoción y las dos ancianas que las acompañan están como embrujadas y como acongojadas, sobre todo en las salas que muestran el terrible trabajo en las minas del MITAYO INDIGENA.








La Sra. Yola va desgranando su sabiduría por los más de 140 ambientes de este caserón fortaleza con sus cinco patios de rigor, donde se asolea nuestra guía aprovechando el retraso de los enamorados…
Me cuenta que el frío húmedo, sobre todo ahora que empieza el invierno, le ataca a las articulaciones y le produce unos dolores intensísimos. Mujer muy profesional la Sra. Yola, que nos informa sin concesiones revanchistas ni chistecitos fáciles de guía turística de rebaños. Cierto que en este grupo solo soy yo la que desentono por el color que no por el entusiasmo.
La sala de LAMINACION  es impresionante. Casi intactas las maquinas laminadoras que trajeron de España en 1753 y que fueron montadas pieza a pieza, permiten imaginar el trabajo agotador, escuchar el ruido de los engranajes, el resoplar de las bestias. Relumbra la madera de roble pulida, el sudor de los cuerpos extenuados. La plata no reluce todavía.
Esta CECA potosina acuñó moneda para España de 1773 a 1825, para las Provincias Unidas del Río de La Plata en 1813 y 1815, finalmente para la República de Bolivia de 1827 a 1951. Hoy en día acuñar moneda es cosa de subasta al mejor postor: monedas en Chile, billetes en Canadá o Francia…..
El Museo, a pesar de sus tesoros virreinales, no me conmovió.


(Huancavelica y sus bellezas NATURALES)



(Huancavelica medio envenenada por los deshechos del mercurio amante de la plata y el oro potosino)






La Sra. Yola evoca los bandidos que asaltaban las reatas de llamas y mulas en la RUTA DE LA PLATA desde HUANCAVELICA (Perú) hasta Potosí y de allí a Arica/Antofagasta, hoy en Chile, y los estafadores que acuñaban moneda falsa sin temor a la pena de muerte que los acechaba. Adulteración que llego a su punto culminante siendo alcalde de Potosí y concesionario de la CECA FRANCISCO FERNANDEZ DE LA ROCHA en 1640.
¿Uno de los tantos “mecanismos de defensa” frente a la voracidad fiscal del reinado de Felipe IV y su Duque de Olivares?
Los “grandes” siempre encuentran su camino. Pero a nosotros, le “petit peuple”como dicen los franceses. ¿Qué nos queda?

FOTOS: Cortesía de GOOGLE