domingo, 28 de enero de 2018

MONTREAL: LA “NADA” MARAVILLOSA











Nada, nada de Greyhound me digo en la cola de los autobuses Ville de Québec-Montreal. Me compraré un pasaje con la compañía Orleans, que me la han recomendado con entusiasmo. Todo nuevecito esta vez me dispongo a pasar tres horas admirando el paisaje a lo largo del río Saint Lawrence, soñando que entraban Cartier y sus hombres a la búsqueda de El Dorado para no ser menos que los españoles.
Llego a MONTREAL, esta isla de 500 km que fuera capital comercial de Canadá hasta los años 70, en que Toronto le arrebató su liderazgo. Sin embargo, todavía es muy importante la industria aeronáutica, farmacéutica y diseño. Con sus 25000 profesionales en un sector tan creativo que genera el 34% de los beneficios económicos del sector cultural, ha sido declarada por la UNESCO “CIUDAD DE DISENO” en 2006 (una de las 180 en el mundo), y lejos de estar al servicio de las élites, tendrá por objetivo mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.
¡Ah!
Subo por la BERRI hasta la serpenteante SHERBROOKE y llego al GITE DU PLATEAU MONT- ROYAL, calada hasta los huesos. ¡Agradabilísima sorpresa! Este gite ocupa una casa antigua restaurada admirablemente, con espacios comunes bien ambientados, cocina bien provista y mi habitación en un sótano paradisiaco: luminoso, tranquilo, con la calefacción estilo inferno, que yo cierro con todas mis fuerzas cuando mis vecinas japónicas salen de garbeo para no morir asfixiada.
Esta tarde me dedicaré a explorar el entorno, a buscar un super amigo y prepararme la cena antes de que aparezca la savia joven con sus trajines.


Mañana, que espero que pare la lluvia insidiosa, saldré de mañanita a las islas de Santa Helene y Notre Dame antes de que lo corten todo para el GRAND PRIX DE CANADA.
¡Natura Natura Natura!


FOTOS: Cortesía de GOOGLE

viernes, 19 de enero de 2018

WENDAKE: territorio de los HURON-WENKAT (QUEBEC)








Es domingo y una neblina plateada viene a despertarme: son las seis de la mañana del día que he decidido consagrarlo a LA RESERVA WENDAKE, TERRITORIO DE LOS HURON-WENDAT.
Hasta el momento me había resistido a “visitar” este tipo de territorios asignados por el gobierno federal a los desposeídos indios  que no vencidos, los autóctonos, como dicen ellos, en Columbia Británica y Alberta. Aquí, en QUEBEC, me aseguraron que era distinto, que era una de las comunidades autónomas más dinámicas y florecientes del país. Veamos. Me dije.




Ocho km en el bus-navette  de turismo WENDAKE; 10 ca$ i/v y mucho más rápido y conveniente, me dice la jovencita en prácticas en la oficina de turismo.
Llegamos a LORETTEVILLE, el barrio de QUEBEC donde está enclavada la reserva HURON-WENKAT y capital de su territorio ancestral: NIONWETSIO. El bus nos deja frente a la sencilla iglesia católica de los tiempos misionales rodeada de casas de madera tradicionales coloniales y bungalows estilo yanqui. Los negocios están cerrados  y no se ve ni un alma por la calle. Un enorme cartel indica  el camino al hotel-museo y poblado Wendake por una especie de avenida flanqueada por pomposos dormidos bungalows de jardines inmaculados. El sol golpea inmisericorde en estos dos km de  acceso enemigo de los pie a terra y yo sin mi paraguas bengalí engañada por los fríos matutinos. Llegando, algunas mujeres mayores, blancas - mestizas  se aprestan a sacar  sus vehículos de los garajes. A la derecha lo que parece ser una serrería o taller de carpintería donde están descargando un camión. Luego me enteraría de que una de las empresas florecientes de la reserva, es esta la que fabrica y exporta RAQUETAS DE NIEVE a USA y la CCEE.
Por fin aparece deslumbrante ante nuestros ojos el TEE PEE-MUSEO  con sus palos señeros apuntando a ese cielo maltratador. La entrada por el hotel es una experiencia sorprendente. Construido en 2008, este hotel boutique donde priva la madera color de miel, está decorado sobriamente con pieles, artesanía y obras de arte  de esta Nación. La luz entra a raudales por las cristaleras iluminando la sonrisa de las jovencitas que acogen en recepción. Un juncal muchacho achinado pelo de ébano bruñido  atiende en el mostrador de información, mi debilidad, y allí me dirijo.
El me explica en su medio francés comunicador que es un INNUIT, ESQUIMO, que dicen los franchutes y que está estudiando carpintería en esta comunidad y que además ayuda en el hotel. Me da algunas informaciones sobre el Museo.
“Gracias, ha sido un placer”. Le digo antes de instalarme en el lobby cerca del fuego para consultar el plano.
Hay una serie de caminos marcados con la huella de oso, atravieso la pista de bicis y llego al poblado tradicional, una fiel reproducción, de LONG HOUSES rodeado  por una empalizada. Mas ofrecimiento de tours, descubrimientos, actividades, y toda serie de “inmersiones culturales” no a mi alcance. Así es que salgo y me dispongo a llegar al Parque LINEAL del rio SAINT CHARLES, donde se puede caminar a las dos orillas por senderos umbrosos y encantados, 32 km, hasta su desembocadura en el gran SAN LORENZO. La cascada KABIR KOUBA, de 28 metros, es un prodigio de gracia sino de fuerza.
Más tarde me enteraría por mis propios medios que esta Nación HURON-WENKAT es originaria de la región de los grandes lagos, de donde fueron expulsados por sus enemigos los IROQUESES (aliados de los ingleses y armados por ellos para competir con los franceses en la lucha por el territorio).
Parte de la tribu se fue hacia el norte con los franceses, hacia Montreal y Quebec; muchos se convirtieron al catolicismo, se mezclaron con los europeos y adoptaron sus costumbres, nombres y apellidos.


Estudiaron en internados “civilizadores” y los que alcanzaban un título universitario perdían su condición de “indio” y entraban a formar parte de la “gran nación canadiense” con todos los derechos, pero perdían las subvenciones y “privilegios”….reconocidos por los TRATADOS ORIGINALES CON LA CORONA INGLESA.

¿Y las mujeres? Pues si se casaba con un francés, con un blanco, perdía su condición de “india”.
No podían celebrar sus ceremonias ni vestir sus trajes tradicionales. Sus chamanes eran perseguidos y su cultura menospreciada…
No pudieron votar hasta 1960.
Así se estipula en la LOI SUR LES INDIENS, antigua LOI SUR LES SAUVAGES, que  ha sido revisada y modificada desde los años 80.

Me dicen que poco a poco van recobrando su identidad, su dignidad y sus derechos ancestrales. Unos grandes festivales de cultura indígena (POW WOW) se celebran en varias ciudades cada año con gran entusiasmo.





Han ganado ya varios procesos contra el GOBIERNO FEDERAL y siguen luchando por obtener el estatus que les es debido, por recuperar las tierras (al menos) que les fueron asignadas en los primeros TRATADOS con la corona inglesa…


Evidentemente no todas la NACIONES y comunidades luchan con el mismo empuje, pero recientemente todos parecen haber aceptado la importancia decisiva de la “unión” para lograr sus fines y doblegar al gobierno que siempre sembró la discordia, la envidia y la desconfianza.
“Diviser, pour mieux regner”
Que dicen los franceses… 

FOTOS: Cortesía de GOOGLE