miércoles, 14 de agosto de 2019

UNO DE TANTOS “MUROS” : LA GRAN MURALLA CHINA









Desde la antigüedad, atacar atacar atacar… y si el enemigo nos “acosa” sin piedad (real, imaginario o inventado para mayor provecho), medidas disuasorias, como dicen: más armas, más ejércitos, más trabas burocráticas, más muros.
Murallas en las ciudades, muro en Israel, muro de Adriano, megamuro en Marruecos, en Arabia Saudí, en Bagdad, en Egipto. Ucrania erigirá un muro de 2000 km para protegerse de los rusos y la América de Trump sueña con un muro que les libre de los hispanos migratorios. Hasta la India lleva ya el 70 % de sus 4100 km de frontera con Bangladesh “fortificados” sin mucho provecho.



¡Y cuál es el coste de esa megalomanía?
Entre 1 y 10 millones de USA$ por cada media milla, a lo cual habría que sumar el costosísimo mantenimiento.
¡Como si eso pudiera detener al “enemigo” instrumento del Destino!
Y aquí estoy, mi primer día en China, para enfrentarme a ese sueño desaforado de los emperadores chinos, consumidor de vidas (cuentan un millón de muertos) y riquezas sin fin pero que no pudo contener la furia de los ejércitos mongoles.


Esta GRAN MURALLA CHINA que atrae a 10 millones de visitantes al año, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD y fuente inagotable de recursos y orgullo nacional, está constituida por muros  levantados en diferentes épocas: estados independientes en China (771-476 a C), guerras  por la supremacía  (475-221 a C), primer imperio chino con Qin Shi Huang (221-206 a C) que conectó los muros ya existentes para defenderse de los nómadas de Asia Central.
Las dinastías subsiguientes construyeron o restauraron  zonas con mayor o menor éxito hasta que en 1644 QING MANCHU entró con sus tropas por SHANHAI PASS, evidentemente con la ayuda de un traidor.
A partir de entonces los muros protectores fueron substituidos por campañas militares y diplomacia.
Menos mal que ya me lo había “aprendido”, porque  no entiendo nada de la catarata de informaciones de nuestra guía, en inglés, dice.
Llegamos tras hora y media de ruta pronto por la mañana, que hay que llegar los primeros  para evitar las aglomeraciones, que no es como BADALING, pero siempre hay miles de personas. Y llegamos. Parking del bus en la zona reservada y conducción del rebaño al “Museo del marfil”, que no es un negocio (primera pseudo verdad), por supuesto, que no perdemos tiempo, que es solamente mientras yo voy a comprar las entradas. Allí van como corderitos, yo me quedo charlando con un ingeniero de Hong Kong que ha venido con su familia a ver la tierra madre.
Vuelve de las taquillas, me mira de reojo torvamente y nos conduce a un microbús que nos facilitara la subida hasta casi la entrada del cable car (teleférico) que es aconsejable tomar para evitar sofocantes subidas hasta la muralla disponer de más tiempo de disfrute  y llegar a tiempo para la comida en el restaurante señalado que esta en el pueblo. Todo esto sin casi respirar, excepción hecha de una profunda inspiración para indicar el precio del cable 120 yuans no incluido, clarísimo, en el paquete.
Ahí tengo que claudicar con mis coautobuseros. En un santiamén el teleférico última generación nos deposita en ZHENG GUAN TERRACE, Torre 4 donde la cancerbero nos da las últimas instrucciones para no perdernos y se da la vuelta que eso de subir escaleras no entra en sus obligaciones.
Es la primera vez que vemos este cielo azul resplandeciente, la muralla va apareciendo de entre la espesa vegetación esmeralda, de castaños y melocotoneros. Las montañas se alzan guardianes de esta reliquia de tiempos imperiales.
Esta zona de MUTIANYU ha sido restaurada varias veces, la ultima en 1982-86 con gran acierto y son 2km y medio de muros de granito de 4/5 m de ancho por 7/8 de alto, con 22 torres vigía.
Es impresionante ver como familias con niños pequeños se lanzan escaleras arriba sin una protesta y como alzan y trasiegan a ancianos e impedidos para que también puedan participar de esta maravilla nacional.
No queda mucho tiempo así es que esta vez no podré llegar hasta la última torre, ni mucho menos participar en el MARATON GREAT WALL. ¡Jajaja! Os invito.





Nada de TOBOGAN, ni bajadita de las 4000 escaleras, el cable car nos deposita en la cola del microbús y llegamos a tiempo al no comer del restaurante de marras. Unos cuantos cuencos de verduras y fideos y un pescado, supuestamente trucha, para todo el grupo, dando vueltas en la mesa giratoria bajo la mirada escéptica de los comensales potenciales.
Abandonamos con alegría ese santuario de Domine Cabra para dirigirnos de vuelta a Beijing pasando por mis ansiadas TUMBAS IMPERIALES.
Declaradas Patrimonio de la Humanidad en el año 2003, en estas tumbas de la dinastía MING reposan varios  emperadores, emperatrices, esposas y concubinas en mausoleos erigidos de acuerdo a las reglas del FENG SHUI O GEOMANCIA. La emperatriz QIAN (1426)  consorte del emperador ZHENGTONG MING llegó a ser emperatriz dowager (regente) por ser viuda del emperador ZHENGTONG MING y “madre” del nuevo heredero, que en realidad era hijo de su esposo y una hermana de ella. Juntas gobernaron y compartieron honores.



Ha llegado el momento del desenlace, debemos darnos prisa para ser recibidos en el “palacio del foot massage”. Unos masajistas especializados trataran nuestros pies con una cremas especiales que harán desaparecer el cansancio de de esta dura escalada y nos devolverá la energía y la alegría de vivir…
Sí, en realidad es como un palacio en una colina, profusamente iluminado. Cómo en un spa de siete estrellas, me digo para mis adentros, podría ser gratis el tratamiento. Ya hay otros autobuses esperando el milagro.
Nos recibe una joven enfermera y nos deja bien sentados en un salón, barreño de agua a los pies para propiciar el pediluvio. Al rato aparece un ejército de masajistas que con una crema mágica nos amasan los pies, retuercen los dedos y barrenan los puntos de acupresura. El mío es un oso que casi me deja coja para toda la vida y debo reprimirme para no darle una patada en los dientes.
Ahora entra en acción la jefa del cotarro, una supuesta (¡) doctora especialista que nos recomienda una serie de productos milagrosos de la casa y desencantada ante el frio recibimiento nos conmina a regalar que no pagar (tratamiento es gratis) 10 yuans de propina a los técnicos del masaje.
Salimos como gato escaldado y con la sensación de haber sido engañados como chinos, esta vez por los chinos mismos.

Llegamos ya de noche a Andeli y menos mal que todavía estaba la camioneta que vendía piñas peladas en la esquina del metro.
 Dulce consolación hasta mañana libre de empeños.

FOTOS: Cortesia de GOOGLE 



9 comentarios:

  1. Riego mis plantas en este dia de la INDEPENDENCIA DE LA INDIA y, me apalanco frente al ordenador para ver si se ha producido el milagro: la aparicion de las fotos en el post que escribi anoche.
    "El chino del ordenador" me decia todo el tiempo que no encontraba las fotos. Brrrrr!
    No he podido resistir la tentacion de publicarlo, sin revisarlo, de miedo a los encantadores...
    saludos

    ResponderEliminar
  2. Que te engañaran como a chino en China era lo esperado.
    Curita sana para tus andariegos pies.
    Besitos

    ResponderEliminar
  3. Hola, mi Macj! Nunca mas Santo Tomas, que se decia cuando una era pequena...
    Grupos, proscritos
    Guias/guios, proscritos a perpetuidad
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Nada como ir por libre pero no siempre se puede. No obstante has sacado buen provecho. Seguro que ya Olvidaste las irritaciones .
    Besitos animosos.

    ResponderEliminar
  5. Pues claro! Les "perdone" brrrrr! y hasta le si una simbolica propina a la cancerbero por cumplir con su deber. Lastima que no tuve la desverguenza de dos turistas indios (dos negociantes) de endilgarle dos manzanitas y una botellita de agua de su desayuno en reconocimiento de sus meritos.
    Todo con la mejor de sus sonrisas y deseos.
    Besos con con carcajada sonora

    ResponderEliminar
  6. Ja, ja! Cómo me he reído hoy, Igoa, para mis adentros con tus ocurrencias como lo del 'santuario de Domine Cabra', o lo de la patada en los dientes o la supuesta doctora...Creo que el humor debería ser un recurso más frecuente en nuestros blogs. Tal vez así...
    Bss!

    ResponderEliminar
  7. Ay,Emilio, cuanto me alegro de haberte hecho reir, Yo misma que reia a carcajadas mientra lo estaba escribiendo.
    Si, el humor nos conservara el higado en buen estado.Mira, yo me rio de buena gana con mi perro y con las ocurrencias de los mendigos para sacar dinero a la gente, molestandoles o suscitando compasion, a veces con falsos vendajes, falsos ninos en rebozo y ciegos que encuentran su camino sin el menor tropezon...
    Sabes? Me acuerdo del Lazarillo de Tormes, que tanto les hacia reir a mis alumnos.
    Es que ellos lo entendian muy bien!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues yo, encantado. Cada día soporto menos a los que se acercan (o publican) en plan peñazo, lacrimógeno. Por cieerto, El Lazarillo es uno de mis libros favoritos.
      Bss.

      Eliminar
  8. Hola, Emilio
    A reirse a carcajadas todas las mananitas, que expulsa los malos humores
    Bsss

    ResponderEliminar