Conservación de Tortugas Marinas en Tortuguero,
Costa Rica. La Corporación de Conservación Caribeña (CCC), uno de los socios
locales de WWF en Costa Rica, ha emprendido una investigación sobre la tortuga
marina y sus esfuerzos de conservación en Tortuguero desde 1959. Más
información disponible en http://www.cccturtle.org
Salió desencantada de SAN JOSE (Costa Rica) tras
dos días de vagar por sus calles a la búsqueda de una señal que le permitiera
asentarse en aquel nuevo territorio. El hotel Shakti, de engañosa denominación,
temblaba desde las cuatro de la mañana al paso del tren de Cartago por en medio
de la calle aledaña y las cucarachas corrían despavoridas cuando abrías las
puertas de los armarios de la cocina.
“No podemos con ellas…” Declaraba vencida la
rubia oxigenada que debía hacer la limpieza…
TORTUGUERO sería mi destino.
Autobús flamante de Los Caribeños hasta Cariari
de madrugada, seguido de otro bus hasta el pueblecito de Pavona y de una lancha
por el río hasta el embarcadero de TORTUGUERO.
¡Todo muy bien leído y planeado! El autobús de
Pavona, en la estación vieja, resultó un cacharro podrido extrañamente
perfumado a la vaca lechera que respiraba entrecortado, con, eso sí, una
cobradora de lo más sorprendente: en la cuarentena, repeinada en casto moño
señorial, buena figura, uniformada, libro de billetes en ristre dando órdenes
incontestables al chofer y a los “pobres”que pretendían abordar su vehículo.
De repente mandó parar
el autobús al final del pueblo y allí esperamos cocinándonos a que unos gringos
(decía ella) terminaran sus operaciones en el último cajero.
Océanos de bananos
esmeralda a pérdida de vista. De vez en cuando un letrero en un portón confirma
nuestras sospechas: DEL MONTE (de la Transnacional R J Reynolds Ind.), DOLE (de
la Estándar Fruit Corporation), CHIQUITA (de la United Brands) y suma y sigue,
todos presentes.
Tranquilita iba sin ni
siquiera imaginar que los bandidos habían utilizado esos portones para detener
los vehículos y robar a los pasajeros hacia algún tiempo.
En esas, tras nubes de
polvo y meneítos, llegamos al paradero y muelle de LA PAVONA . ¡Allí empezó el
baile! “Esos no son de fiar, roban a la
gente”. “Vengase para acá al escritorio de los guías oficiales, ellos le darán
todas las informaciones”. “Bueno estas, hermanito”. Pienso mientras sonrío pero
que muy agradecida por el servicio desinteresado.
Un bar, un pseudoresto,
una taquilla y nosotros un puñado de turistas mal avenidos. Finalmente el
encargado de las lanchas, no sabía entonces si de Rubén Bananero (de mala
fama), de Coopetraca o del tan alabado Clic-Clic, el “manco”, nos espetó que si
queríamos llegar a TORTUGUERO, sería a 10 USA $ por cabeza, que el río estaba
muy bajo, que el motor podía dañarse que…que…Si no, podíamos dar vuelta y
esperar a la crecida, nos escupió sin apartar la mirada del rio.
¡Claro como el agua!
Nos embarcamos y aun nos hicieron esperar clientes una hora más en achaque de
retocar esto y aquello siguiendo las triquiñuelas establecidas
Pero no nos había
mentido el cancerbero. El río estaba bajísimo, el vientre de la lancha casi
tocaba el fango y el motor rugía con rabia para escapar de la trampa. A veces,
el ayudante, un muchacho jamaicano pinturero y reidor, tenía que saltar al agua
y ayudar con una pértiga al pobre barco medio exhausto.
Garzas rutilantes,
lagartos perezosos, basiliscos al acecho, nubes de pájaros en búsqueda de sus árboles
favoritos en un atardecer que se escapaba presuroso por entre los bosques. Tres
horas más tarde, peinando las sombras, llegamos al minúsculo embarcadero de
TORTUGUERO medio muertos desapareciendo cada uno como tragados por los senderos
terrosos de luces mortecinas.
Cabinas “Tortuguero
Natural” frente a la disco La Culebra, sería de avío por aquella noche agitada.
Una hamaca ajada en el porche, un cubículo con cama y espacio por el suelo para
dejar los bártulos, un baño ( ¡oh lujo desaforado!) diminuto pero bastante
limpio. La dueña, una alemana tipo walkiria etérea con su niñita mulata de ojos
chispeantes que no dejaba de lloriquear…La gente hablaba de una pasión
desbocada por un atlético jamaicano que la había abandonado pero que venía a
visitar a su hijita y devolverle el alma. Todo muy romántico y frecuente por
estos lares, parece.
Era sábado al día
siguiente, y para escapar a la hecatombe de despedida de La Culebra pensó que
era mejor irse bien lejos a orilla de la playa, a Tortuguero Natural, que
resultó, gracias a José su manager, el paraíso que le permitiría sobreponerse a
la frustración de no poder ver ni una tortuga, habiendo recorrido medio mundo
para asistir a los alumbramientos.
Durante tres días
navegaría por sus ríos, canales y caños; se perdería por entre las callejuelas
apartadas del pueblo; desayunaría jugos soleados en la soda Heliconia;
caminaría por los umbríos senderos paralelos a la playa y hablaría y hablaría
con sus gentes del “milagro de las tortugas”.
“Antes las cazábamos,
ahora hemos comprendido que las tortugas vivas tienen más valor para la
economía local que el que antes tenía la carne y los huevos”.
Ahora las protegemos,
las salvamos, y TORTUGUERO ha renacido.
FOTOS: Cortesia de GOOGLE
FOTOS: Cortesia de GOOGLE
Holaaaaaaaaaaaaa! Aqui estoy de nuevo tras esos mesitos de vacaciones. Cosa de refrescarsela "ÇULTURA". Jajaja!
ResponderEliminarY para completar mis conocimientos de primera mano me fui a Costa Rica, "la gringolandia", como decian algunos TICOS...
Su Naturaleza, llena de fuerza en temporada baja, me engancho un mes y aqui os lo cuento.
A vosotros!
Saludos
Gracias por contar ese milagro tan terrenal y costeño, un poco averiado pero seguro que muy prometedor. Me quedo esperando los alumbramientos (tuyos y de las tortugas).
ResponderEliminarGracias y saludos.
Gracias a ti Trans! Poco a poco voy a ir plasmando la profunda impresion que me hicieron sus selvas, sus volcanes, sus playas desiertas...los monos aulladores escondidos en los arboles.
EliminarTu anduviste por alli, no?
Saludos
Yo anduve cerca pero no pude cruzar la frontera de Panamá, aunque allí tuve muy buena ración de monos aulladores.
EliminarPues yo planee entrar en Panama poo Bocas de Toro, pero las cosas se torcieron para el Pacifico...la proxima, cuando vaya a Nicaragua.
EliminarSaludos
Muy interesante !
ResponderEliminarSaludos
Si, es realmente un pequeno paraiso natural.
EliminarSaludos
Bienvenida. Este post ya lo había comentado. No sé. En todo caso te decía que a veces, 'tu lo has hecho', es tan interesante el camino como la meta. Pero sé que va a seguir contándonos.
ResponderEliminarBesos.
Bienvenida. Este post ya lo había comentado. No sé. En todo caso te decía que a veces, 'tu lo has hecho', es tan interesante el camino como la meta. Pero sé que va a seguir contándonos.
ResponderEliminarBesos.
Jajaja!!!!!!!!! Me salio por partida doble, ahora. Sigues en mi Mexico adorado?
ResponderEliminarMananita me siendo en el ordi y vuelo contigo.
Buenas noches, amigo tigre.
Besos
Alguien de mi famisia tuvo la suerte de gozar de esa puritica naturaleza de Costa Rica y su Tortuguero.Efectivamente, descubrir que mantener la naturaleza reporta mas beneficios que cargarsela, ha servido para beneficiarlos a ellos y de paso a nosotros. ¿Ya pasaste ese momentazo de ver poner huevoa a las tortugas marinas y llorar a moco tendido? jajajaja. La natiraleza emociona y une, evidentemente. Bienvenida amiga.
ResponderEliminarNo, no. Que va! No tuve la suerte de llorar a ritmo de huevo, que son 80 por madre. Jajaja!
ResponderEliminarPara eso hay que ir en julio/ sep y yo ya estoy currando por estas tierras.
Espero tu Cubaaaaaa
Besos