Los cuatro últimos días en COSTA RICA decidí pasarlos en SAN JOSE y desde allí
llegarme hasta algunos pueblos de los alrededores.
La última picia del HOSTEL SHAKTI me dio fuerzas para buscar y cambiarme de
cama, cosa que no me pirra. Acabé en el HOSTEL COLUMBUS, nuevecito edén de una
familia coreana propietarios de varios restaurantes. El Hostel está en el
primer piso DEL RESTAURANTE HIBACHI, en una esquina de la avenida 5, la que
bordea el gran PARQUE DE SABANA NORTE.
Decían los superentendidos que no se podía ir en autobús, que si la niebla,
que si el viento, que si…
La cosa es que recomendaban vivamente enrolarse en un viaje organizado o
alquilar un coche o, en último caso, coger un taxi en San José para poder estar
allí a la apertura del parque y llegar al mirador antes que las nubes asesinas.
Una fortuna el viajecito de marras! Iría en busito, busitos en este caso, y me
encomendaría a los dioses protectores.
Atravieso la carretera del aeropuerto con riesgo de ir directamente al paraíso,
espero, cojo el bus popular de Tuasa a Alajuela, me cocteleo por 45’, corro a
estación cutre para alcanzar el bus especial Copetransa de las 9 de la mañana
al volcán, espero y mas espero, me espolvoreo al ritmo de la barrida a la
escoba de brezo del factotun; llega el bus…
Cartel: “Aviso: Por obras de mantenimiento, las pasarelas y sendero BOTOS
permanecerán cerradas hasta nueva orden.” ¡Ya la han armado!
Sólo abordamos el fatídico bus “especial” cuatro personas dispuestas a
lidiar con los guardaparques antes que volvernos a masticar la frustración en
el Parque de la Sabana. Empieza a lloviznar. Subimos en medio de cafetales, potreros,
ríos, cascadas, bosques y extensos cultivos de fresas. Pasamos FRAIJANES y VARA
BLANCA, DONDE SE CELEBRA LA FERIA NACIONAL DE LA FRESA, donde todos y cada uno
de los chiringuitos y restaurantes ofrecen toda clase de postres de fresas y
chocolate/crema.
Sale el sol y el valle aparece entre jirones de niebla patrullados por los
volcanes al acecho. Y cuando ya íbamos confiados, con los rayos refulgentes de
nuestra parte, dando gracias a nuestra suerte, empiezan a ascender unas nubes
veloces algodonosas que nos envuelven como en los sueños. El chofer morroso
para de repente en un recodo y recoge a una jovencita marchosa que le devuelve
a la vida.
Aparecemos en la cumbre, por fin, en los brazos de un sol rutilante que
destella en la superficie sulfurosa del POÁS. Sin escuchar a razones, cobran
igualmente el circuito podado. “Si no les interesa, que ya les avisamos abajo,
pueden volverse a Alajuela en el bus de las dos de la tarde…”
Son las 10 y algo, dos o tres gringos en el mirador se descoyuntan haciendo
fotos de las tímidas fumarolas que surgen en medio de la laguna plateada.
Abajo, descendiendo por los caminillos petrificados un equipo de científicos se
preparan para sus auscultaciones de rigor a este gigante mediodormido (desde
1954) cuyo cráter de 1, 3 km de diámetro y 30 metros de profundidad escupe agua
y lodo a centenares de metros de altura como en 1995 y en 2014.
Un enjambre de obreros están reparando las balustradas y peldaños del
sendero BOTOS, cortado al público. Aspiro la fuerza del volcán protegida por
las GUNNERAS INSIGNIS (sombrilla del pobre) charloteo con un pastor mormón
gringo que rememora sus buenos tiempos de evangelización en Costa Rica, hace 30
años, cuando la vida era mas sencilla y pura…
En vista de la aparición de los primeros grupos japonicus decido tomar el
SENDERO ESCALONIA y así escapar a la vorágine exclamativa. Pero este sendero huérfano
de hoy es una bromita para contentar al personal cotizante: unas cuantas raizotas,
algún ciprés blanco, helechos arborescentes, dos o tres jirones de niebla y,
eso sí, nubes de moscos que se desperezaban a nuestro paso marcial por la
hojarasca. Ni siquiera las ardillas se presentan a pasar lista.
Salgo a mil por hora y bajo hasta el aparcamiento. Nuestro chofer duerme
despatarrado en los asientos delanteros con las puertas blindadas. Aun nos
quedan dos horas de espera y el viento ha empezado a soplar fuerte, frío, a
estos 2700 m de altura. ¡Ni el restaurante ni la cafetería del CENTRO DE
VISISTANTES son amigos de mochileros!
¡Ay, quien pudiera volar hasta mi querida Sabana!
FOTOS: Cortesía de GOOGLE
FOTOS: Cortesía de GOOGLE
Bueno, bueno. Parece que han modificado el formato de este blog...Espero que no nos desaparezcan, como decian por alli, como nuestra querida COMUNIDAD. Esperemos.
ResponderEliminar2017! Dicen que NUEVO. Veremos que combinan las fuerzas oscuras.
Yo por mi parte os deseo lo mejor, lo mejor de vuestros suenos.
Y este POAS medio inocente para calentaros el alma en esos frios invernales vuestros.
Un abrazo
Simplemente genial...
ResponderEliminarFeliz 2017 !
Gracias, amigo Mark, tu siempre tan gentil.
EliminarLo mismo para ti y los tuyos.
Saludos
A mi me has regalado lo mejor trayendo aquí este volcán. Los volcanes son una de mis pasiones. Y lo mejor para tí.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Que te apasionan los volcanes...pues aqui tendrias donde escoger.
EliminarAhora me gustaria llegarme hasta La Reunion, parece que su volcan es de una fuerza inconmensurable y misteriosa.
Un abrazo
Pues yo no he notado cambios en el formato del blog, Igoa, pero seguramente puede deberse a que no presto demasiada atención a estas cuestiones. Voy a echar un vistazo no vaya a ser que nos hagan lo mismo que el País hace ya ¿dos años?
ResponderEliminarEn cuanto al recién 2017 me parece que el personal lo mira con temor por lo de Trump, el brexit, la desaceleración económica, la inestabilidad financiera, la inseguridad, los políticos cretinos, el cambio climático, la subida de impuestos...Pues nada! al mal tiempo, buena cara!
Mira, ahura me ha salido normalito. Sera tu conjuro? Jajaja! Mejor asi, que ya no tengo ganas de aprender otro sistema.
EliminarTodo lo que ennumeras me da escalofrios, pero como bien dices "al mal tiempo, buena cara", los males no seran eternos.
Yo me he propuesto reirme un buen rato enfrente del sol naciente para expulsar las malas energias de la noche.
La BELLEZA como aliada.
Un abrazo
Yo en las montañas siempre echo de menos escaleras mecánicas, pero como con los volcanes "prohiben su uso en caso de incendio" encima, te agradezco tu relato y me ahorro el viaje. El viaje a las alturas, claro, aunque me pierda la mitad de Costa Rica, puritita naturaleza. Y la envidia que me da imaginarte por esas oendientes subiendo y bajando tan campante...
ResponderEliminarJajaja! Eres terrible, amigo Carlos. Si, alli, es la NATURALEZA, con mayuscula, la que reina. Que remedio! A prepararse y subir escaleras a todo trapo. Venga! Que harias unas fotos de locura. Hasta los mapaches posarias para ti...
ResponderEliminarBesos
El volcán Poas, apto para minusválidos, o personas con discapacidad. O asi recuerdo que me criticaron mi 'post' sobre el susodicho. Muy interesante 'tu volcán'. Son tan puros que a mi me encantan. Bsss. desde Jakarta.
ResponderEliminarPues claro, sin duda! Y es que ELLOS no tienen derecho a asistir a los milagros de la NATURALEZA?
ResponderEliminarPara los "duros expertos" ya hay tantos otros para romperse (o pretender) los cuernos. O no?
Hay dias que hay que ser "humildito"y aceptar las cosas como vienen, aprovechandolas, disfrutandolas.
Besos a Jakarta