(La ultima de las beguines)
Desde los primeros planes había tenido el propósito
de llegarme hasta el BEGINENHOF carcomida por la curiosidad de ver donde habían
vivido aquellas mujeres que habiendo desechado o perdido el yugo matrimonial no
querían renunciar al mundo ni jurar los votos sagrados.
Era a
principios del siglo XII y las guerras asolaban Europa. Muertes, miseria,
viudas, mujeres abandonadas, huérfanas. Ningún derecho para ellas. Una ola de
misticismo se levantó en la cristiandad.
Allá por los años 1100 un grupo de mujeres
solas se fueron a vivir en comunidad al sur de Brujas, en una zona llamada TEN
WIJNGAERDE, donde podrían libremente seguir su ideal religioso y al mismo
tiempo ayudar a la comunidad.
Se dice que este “convento” fue fundado por Margaret de Constantinopla y que más tarde, en
1299, se puso bajo la tutela del rey de Francia Felipe el Hermoso, por lo cual recibió
el título de “principesco”. Sin embargo, pronto fue conocido como BEGINENHOF
aunque en el principio tuviera una connotación peyorativa.
Y ¿qué tenia de particular este “convento” que
atrajo a tantas mujeres y fue modelo de tantos otros en todos los Países Bajos,
en Francia, Alemania, norte de Italia y hasta en América?
Es que no era un convento tradicional. Las
mujeres eran libres de salir al mundo exterior a condición de volver a la caída
de la tarde. No tenían que jurar votos, aunque si seguir algunas reglas establecidas
por ellas mismas bajo la supervisión de una MADAM/MISTRESS elegida cada año.
Incluso, podían dejar la comunidad con todas sus pertenencias y hasta casarse
si así lo deseaban.
Casi todas las BEGINES eran ricas, algunas tenían
casitas separadas y criadas a su servicio, pero realizaban actos caritativos
como medio de vida: cuidar tuberculosos, leprosos, huérfanos, mujeres perdidas,
educar a las jóvenes…
Aceptaban mujeres de cualquier clase social a condición
de disponer de un benefactor que corriera con sus gastos.
Y paso el tiempo. Algunas Begines se
consagraron a la vida mística y el estudio de los Libros Sagrados lo cual fue
la causa de que fueran quemadas acusadas de “ESPIRITU LIBRE” y de propagar la herejía
También le fue prohibido aceptar vírgenes menores de 40 años.
Con todos estos contratiempos muchos centros
aceptaron los votos de St. Agustine.
Este BEGINENHOF de Brujas, reconocido por la
UNESCO en 2004, consta de 30 casitas del siglo XV, XVI y XVII, una capilla gótica,
en un jardín y protegidas por un muro. La “principesca” entrada principal a través
de un puente es de finales del siglo XVIII.
Desde 1927 es un convento de monjas benedictinas,
pero se puede pasear por el jardín y visitar el museo y la capilla guardando
silencio.
Me siento en un banco, cierro los ojos,
cientos de mujeres murmuran sus plegarias, oigo sus canticos, su paso alado por
el sendero camino a los hospitales y hospicios que recibirán su generosa ayuda.
Son libres y su Dios está con ellas.
¿Seguirán las recientemente fundadas BEGINES
DE MERCY en Vancouver la antigua tradición de libertad, espiritualidad y ayuda
desinteresada a los desposeídos?
El MINNELAKE me espera.
FOTOS: cortesía de GOOGLE
?Estamos llegando en este siglo XXI a ese mismo nivel de desamparo?
ResponderEliminarMuchos se vuelven a los "poderes superiores"en busca de consolacion...
Pero sus dioses parecen dormidos.
Admirables estas mujeres que supieron encontrar una via de escape a la dominacion patriarcal en esos anos oscuros.
Saludos
He visitado varios de estos pseudoconventos en Belgica y Holanda, y siempre he disfrutado en ellos de sus recuerdos y sus curiosas maravillas.
ResponderEliminarGracias, Tras. Parece que el de Ostende tenia miles de asociados.
EliminarMuy interesante ...
ResponderEliminarGracias, Mark
EliminarLo de no aceptar vírgenes menores de "cuarenta" años tiene su aquel...
ResponderEliminarHola, mi Macj! Encantadisima de tenerte por aqui. Su ¨aquel¨, siiiiii
EliminarQue con tanta oracion y sacrificio el demonio de la carne hacia horas extraordinarias.
Hola Igoa: Eres una buena viajera. me gusta lo de "Me siento en un banco..."
ResponderEliminarHace unos años años, en una visita guiada a varias ciudades de Bélgica y Holanda, Pasamos por este lugar. El guía no tardó más de 30 segundos en despacharlo. Ojalá hubiera recibido tu explicación en ese momento.
Un abrazo!
Emilio!!!! Los guias, ya se sabe, tienen que ganarse la vida como pueden. Ademas hay muchos que van por libre y no tienen ni idea, ni ganas de "idearse". Jajaja!
ResponderEliminarQue tal las vacaciones?
Un abrazo