¡Ah! Eso…
Pasaba por allí
cada año, al menos una vez antes de que el verano hiciera irrespirable este
antiguo mercado de la época moghul, varias veces al día, incluidos los domingos
sin santificar, así es que no alcanzo a contar las veces que al culebrear por
el Main Bazar al lado de la tienda de aceites esenciales me quedaba extasiada,
a punto de perder la vida, contemplando los balconcillos de piedra roja con sus
gráciles columnillas del gótico catalán (me decía yo), sus arcos lobulados
medio cegados gloriosos en su decrepitud y abandono.
En vano busqué
alguna vez un portón que me permitiera desvelar su secreto. Sólo una especie de
almacén leproso, unas escaleras sospechosas y una tienda insospechada de “gemas”.
Y llego el día en
que saliendo por la plaza DE LOS SEIS CAÑOS, que ni es ya plaza ni tiene mas
agüita que la de la lluvia y los chorros intempestivos de bóvidos y humanos, apercibí
como unos minaretes coronando el balcón de mis sueños.
Y no sólo campeaban
los minaretes, es que además tres hermosas cúpulas blancas lanzaban sus
destellos en la transparente mañana del
Delhi postmonzonico: ¡UNA MEZQUITA!
Y es que
PAHARGANJ (Delhi) lo tiene todo: el Ajay Café reconvertido en la German Bakery,
sus prostitutas de todos los colores y precios, el Ramakrishnan
Ashram, el Salaan Baalak Trust que redime a los niños de la calle y propone
tours por las “cloacas”del barrio, la Chabad
House que acoge a
los israelitas mochileros, su mercado
irrepetible en perpetua transformación, su despacho de opio legal para los de
la lista de imperativos médicos, toda una serie de alojamientos a imagen y
semejanza de su variopinta clientela…
Y no sólo eso,
Paharganj posee un hotel, el AKA CAMRAN LODGE, ubicado, o mejor diríamos
imbricado ilegalmente en la mezquita QAZI WALI, en el MAIN MARKET.
Los residentes
del barrio se han alzado contra el MUNICIPIO DE DELHI Y LA WAQF BOARD por haber cerrado los ojos ante el funcionamiento
de esta sórdida pensión que contra todas las leyes han construido un gran número
de habitaciones, destruyendo a veces la estructura original de esta histórica y
bella mezquita casi centenaria, construida en 1946 por una familia de BANDHANI
MUSLIMS comerciantes de piedra que traían en camellos a la Delhi de entonces.
Cada día vienen
menos NAMAZIS (fieles), me dicen, debido a estos manejos en la pensión y “como
los “propietarios”parecen muy influyentes, el municipio, a pesar de la orden
del Tribunal de Delhi, no quiere tomar cartas en el asunto e incluso aducen la
falta de planos originales para poder decidir cual sería .la construcción espuria”.
Mientras tanto
pasan los años.
A mediados de
febrero, durante mi periplo anual, pude distinguir tres personajes, autoridades
musulmanas, inspeccionando la construcción.
¿Se decidirán a
devolverle la santidad a la QAZI WALI MASJID?.
FOTOS: Cortesía
de GOOGLE