Tenía que llegar
a TEXOLO antes de la tarde, no sea que se me apareciera LA LLORONA por esas cascadas. Así, le pedí cortésmente al chofer del autobús que me
dejara en la carretera a la entrada del
camino de Texolo para poder ir andando. Ni sí ni no. Hummmmmm y mirada aviesa
por toda respuesta
Para delante de una casa y una mujer me grita que mejor
me bajo ya y me vuelva andando hasta la entrada. @$%&# Pruebo el poder de
la palabra.
Esta lloviznando, la carretera adoquinada luce sus
mejores prendas: helechitos desemperezándose en las grietas, yerbitas
puntiagudas como juncos, babosillas, orugas…todos han salido al encuentro con
la lluvia. Relumbra el mar esmeralda de los cafetales. Nadie.
De repente
aparecen dos tipos citadinos maletín en mano. Buscan clientes para una nueva
compañía telefónica “ventajosa”. Y allí, en el portón de la EX HACIENDA SAN BARTOLO, la situación toma visos surrealistas
si no absurdos. Tras un recodo aparece el casco de la hacienda centenaria en toda su belleza, como dormida en la niebla.
Me dicen que
Manolo Izaguirre organiza allí eventos y lo que él llama “Noche de Leyendas”.
Cuenta hechos espeluznantes acaecidos por estas tierras, tragedias Xiqueñas.
…una jovencita bellísima se quedaría embarazada del
generalísimo Santana a su paso por la ciudad, habiéndole prometido matrimonio.
El augusto militar nunca volvió y la abandonada,
encerrada a muerte por sus hermanos, se
aparece con una vela en la mano en la casa de Dña. Blanca, como alma en pena.
La TV la inmortalizó en “La Dama de la
vela”.
El camino se termina en un somero aparcamiento y una
vetusta planta eléctrica mantenida como juguete con vigilante militarizado a la
puerta.
¿Y la cascada?
“Hay un mirador
aquí abajo, o si no atraviese el puente colgante y pase al otro lado. A la
derecha están las escaleras del monte, a la izquierda la poza de los muertitos, que siempre hay
alguien que termina sus días bien ahogado y sale por las noches gimiendo como fantasma”.
“Apóyenos con lo que pueda, es que estamos recomponiendo
las escaleras”. Son dos jóvenes estilosos medio repantingados en una especie de
mesa con poca pinta de “arregladores”,
pero, si ellos lo dicen… Como el Puente del Diablo. Pasan los que pasan.
Son 365 escalones en el puro monte hasta un miradorcito
casi en el fondo del cañón y yo no sé volar todavía, me digo. Los arboles se
yerguen altivos en un girón de niebla,
desaparecen y el blancor espumoso nos envuelve. ¿Se oyen gritos? ¿Lamentos? Mejor
no pienso y sigo bajando engañando el vértigo con la pobre barandilla de ramas.
Paro el reloj de la memoria y me quedo absorta contemplando el salto de las
aguas por entre los acantilados. Las orquídeas y las bromelias abrazan con
fuerza a sus tutores enamorados.
Son 500 metros más
hasta LA CASCADA DE LA MONJA, también escondida tras un chiringuito-tienda de
souvenirs de aspecto bastante cutre como para desanimar al mejor pintado.
Pero no, las apariencias engañan también esta vez.
Arboles gigantescos cobijan esta cascada chiquita de aguas deliciosas y decido sentarme al pie de uno de los colosos
a comer mis panecillos de requesón y de crema para coger fuerzas contemplando
una familia de mestizos retornados del Norte gozando de las aguas…
Dicen que aquí una monjita valiente se ahogó por salvar a
unos niños en la poza embravecida…
Volver a la
carretera y llegarme a XICO, ese es el problema, porque ya no hay taxis de
vuelta y habrá que llamar uno y me pedirá un ojo de la cara. Decido
empezar a caminar impulsada por la esperanza. ¡Ni un alma!
¡Un Land Rover! Me digo que debe ser espejismo y como por
juego lo paro y dice que me llevara hasta la comunidad de OTLAXPA, allí deberé tomar un taxi al centro de Xico.
Es un “hacendado” que vuelve con sus trabajadores de la
finca. Alto, fornido, sombrero texano, camisa a cuadros, hebilla de plata
refulgente. Un hombre muy educado y atractivo de mirada de terciopelo
almidonado. Hablamos del café, de Colombia, de la caída de los precios y la
roya asesina.
Dice que debería haber pedido el taxi en TEXOLO…y yo me
callo como muerta.
Atravesamos unas
vías de tren y ante mi sorpresa me
cuenta que son de EL PIOJITO, el tren a vapor que hacía el recorrido
de Xalapa a Coatepec y Teocelo una vez al día con pasajeros y mercancías… todo
un milagro de la técnica norteamericana de la época de Don Porfirio, que
sustituyó al tren de mulas que hacía el servicio de las haciendas. Desapareció
en 1945 con la apertura de la carretera.
FOTOS: Cortesía de GOOGLE
HALOWEEN!!!!!!!!!! Por aqui se ha vuelto la moda eso de darse sustos por encargo y, mejor, con cenita incluida. Ya estan todos los hoteles de Madras proponiendo sorpresas terrorificas para esta noche de malos espiritus.
ResponderEliminarEn TEXOLO tambien aparecen las almas en pena en cuanto cae la tarde o cuando la niebla se apodera de las aguas...Dicen.
En Pondicherry es Dia de Muertos y el sol, tan gallardo al amanecer, ha sido vencido por las nubes traidoras.
Saludos
Menuda experiencia !
ResponderEliminarSaludos
A mi me has llegado muy cerca porque las cascadas, como los volcanes, son lo mío; vamos, de esas cosas que me atraen un poco a lo loco.
ResponderEliminarMe parece a mi que los muertos pueden jugar a gusto en lugares así.
Gracias y saludos.
Ufffff que miedo!!! menudas experiencias más enriquecedoras estás viviendo y disfrutando. Nosotros te lo agradecemos, porque de alguna manera adquirimos más cultura....impresionante la cascada. Un besazo
ResponderEliminarSi, amigo Mark, son lugares con mucha magia.
ResponderEliminarGracias y saludos
Pues mira, en eso coincidimos, Trans. La Fuerza, la Belleza de las profundidades de la Tierra: el agua y la lava, el magma ardiente.
ResponderEliminarYo creo que nuestros sentidos se abren en lugares como estos y nos permiten entrar en contacto con Fuerzas Ocultas. Ellos lo llaman entrar en "la Cuarta Dimension"...
Un abrazo
Venga, querida Agueda! Que no, que de miedo a muertos vivientes, Lloronas y fantasmas yo nada.
ResponderEliminarMiedo me dan, eso si, algunos (en masculino plural) bien vivos.
Me alegro que te interesen.
Besos, que voy a tu casa.
Alienta saber que 'mi maharaní' sabe salir de pequeños aprietos como si fuera 'Juana de Arco'.
ResponderEliminarDe los sitios que no son muy especiales, se secan siempre pasiones.
[Todo bien. Sigo adelante, y el precio a pagar es largo y lento].
Un beso.
He ido leyendo sobresaltada: arboleda, niebla, soledad y regreso inseguro... y en Méjico... Demasiada aventura.
ResponderEliminarQué alegría saber que estás en tu casita.
Besos
Admiro como te expresas y describes, al leerte me parecía que participaba yo contigo de esa experiencia.
ResponderEliminarUn beso igoa
(Un viaje lleno de aventura.)
Hola amigo Blas! Razon tienes en eso de "sitios MUY especiales"... Hay que abrir la puerta y olvidarse de la literatura especializada. La verdad es que Texolo tiene una belleza, una fuerza especial que se revela cuando dejas atras a los humanos.
ResponderEliminarHas de hincarte en el fondo y esperar.
Besos y mucha fuerza
Mi Macj, es que Mexico es asi: la Fuerza de lo desconocido, de lo inminente, de lo tanto esperado...
ResponderEliminarMi casa me pesa! Jajaja!
Y no te creas, que esos repiques de tambores broncos y trompetas en el templo de Ganesh cuando paso a las seis de la manana camino de la playa, me remueven las entranas. Es como un remolino de Poder!
Prefiero el Sol, mi amigo.
Besos
A las seis de la mañana... Es cuando yo me acuesto.
EliminarMi madre diría: "hijas ¿es que no hay un término medio?" Pues ya ves...
Un gran abrazo.
Querida Aurora, gracias por tus palabras. Tu si que eres una maga!
ResponderEliminarEsto que os cuento es para no olvidar.
Venga! Vamos! Que la aventura no ha terminado todavia.
Besos
Una etapa del viaje con sus "aparecidos" y todo, muy en consonancia con las fechas que corren. Me llama la atención el culto que existe en México a la muerte, hasta el punto de que allí la han subido a la categoría de santa. Crisol de culturas, sin duda.
ResponderEliminarQué sigas viviendo y soñando la aventura mexicana, como una Hernanda Cortés del siglo XXI -salvando las distancias, claro :) Besos.
Excelente experiencia.
ResponderEliminarEn diciembre del año pasado estuve en México e hice una excursión por varios pueblos hasta llegar a Chitzen Itza, nos llevó un chaval que conocimos y estuvo todo el viaje contándonos historias de miedo, hubo un momento en el que pasamos verdadero miedo ya que nos contó cómo en su familia ocurrían cosas extrañas desde la muerte de su abuelo. No sé si fue una forma de entretenernos. Los mejicanos tienen fama de ser muy aficionados a todo tipo de cultos e historias de muertos.
Muchos besos desde Graná
Hola, Javier! Si, es ciert. Es a la Sra. MUERTE, LA SANTA MUERTE, hay que tenerla contenta, por si acaso nos llega antes de la hora o, para que se porte bien con nosotros... No esta mal como filosofia.
ResponderEliminarYa tengo preparada otra entrada sobre este culto...
No hay mas que leer a OCTAVIO PAZ para entenderlo mejor.
Hernanda Cortes...Jajaja! Pues lo quieran o no algunos, todos andan alli revueltos: culturas religiones colores y sabores...
Que no solo los espanoles les "colonizaron" y, les siguen colonizando...
Besos
Hola, amiga Inma! Estuviste en Playa de Carmen? Recorrer esos pueblos de cultura maya es impresionante, sobre todo los que estan mas alejados de la ruta turistica, aunque CHICHEN guarda todo su poder para los que se acercan a ella con humildad.
ResponderEliminarVuestro guia? Pues de todo habria, que hay que ganarse el pan de cada dia. Jajaja! Ellos saben muy bien lo que les interesa a los "turistas", pero eso si, sin mala intencion. Solo corregido y aumentado...que diriamos.
Ahora quiero recorrer el rio Usumacinta, veremos.
Hale! Un monton de besos hasta tu Grana, mi favorita!
Me vuelvo a mi Mexico querido...
ResponderEliminarY aqui estoy de nuevo... saludos desde este encierro inacabable.
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