Tras el tumulto
de la FERIA DE LAS CULTURAS AMIGAS
en la ciudad de México llegó
Papantla: puerta de EL TAJIN, apacible, hermosa, envuelta en el perfume de
vainilla y polémica entre VOLADORES.
Es una estación
chiquita esa de Papantla, como de pueblo adormecido, con banco corrido en la
sala, una vendedora de prensa y dos
ventanillas. Parece que el centro está en
lo alto y allí me dirijo en un taxi colectivo que más tarde me salvaría de la
ruina.
“Páguele 16
pesos, ni uno más, que se aprovechan de los turistas. Usted no pregunte”.
Y así fue, como me aconsejo mi amiga de los
periódicos: directamente, con mucha calma, meto mi mochila y me siento como gran conocedora de los usos del pueblo.
“Al hotel Tajin, por favor”. Luego resultó que aunque situado en un lugar privilegiado no me
convenían sus pretensiones.! Hale! Empezaba la caza. Finalmente recalé en el
hotel La Pasadita, cerca del zócalo y enfrente de un supermercado que me hizo buen avío. Mery, la dueña, me
hizo gran servicio logrando que su suegra depositara mis EUROS en su cuenta
para poder cambiarlos.
AVISO: NO LLEVAR EUROS A MEXICO, SOLO DOLARES USA
En Papantla ningún banco cambia EUROS directamente,
ni siquiera el flamante BANCO SANTANDER, todavía más intransigente y antipático
que los otros. Las casas de cambio no existen, o por lo menos, yo no tuve
noticia.
Ya menos sulfurada atravieso la plaza central, el zócalo
primoroso, y subo hasta la catedral, iglesia franciscana de doble atrio y
puertas de cedro talladas. El PALO VOLADOR se alza imponente frente a la
entrada. Siempre es conveniente
encomendarse a varios dioses por si acaso y, tampoco conviene prohibir ritos
ancestrales si queremos traerlos a
nuestro redil. Varias
mujeres indígenas venden flores en las gradas: níveas gardenias, helechos
rozagantes, rosas divinas, altaneras aves del paraíso
En el zócalo
llama la atención la cantidad de limpiabotas en sus tronos charlando a la
espera del cliente. La gente da vueltas por los paseos y el sorprendente quiosco de la música espera
impaciente el día del DANZON: el viernes
tarde, con su cosecha de jóvenes y maduritos amantes de la “buena música”, como dicen ellos y del baile
amarradito nada de saltar como monos. Sorprenden las flores suntuosas en
humildes puestos callejeros.
Un balcón me hace
guiños. Es casa Pardo, uno de los
restaurantes tradicionales que ofrece
comida papanteca: pulacles, molotitos, zacahuil, besos papanecos y, hasta ENCHILADAS DE LA
INQUISICION. Me enamoro y
me quedo en esta atalaya soberbia contemplando a la gente y reponiendo fuerzas con una cecina y sus
enchiladitas bien acompañadas. La horchata
con polvo de canela, mi vicio, perfuma mis sueños de enamorados
convertidos en orquídea de vainilla como cuenta el mural del zócalo de la catedral.
PAPANTLA, CUNA DE LA VAINILLA, “LA QUE PERFUMA AL
MUNDO” ha cedido su primacía a Madagascar y China, pero ellos dicen que la suya
es la mejor, la del aroma mas delicioso, la de los dioses!
Mery me
recomienda ponerme al habla con José Luis Hernández que ha creado el parque ecológico Xanath en
las afueras de la ciudad, y allí me dirijo andando, calle arriba bajo un sol de
justicia siguiendo las indicaciones de
unas mujerucas: “Siga hasta el OXXO y luego hasta la Virgencita. Después hay un balneario y una senda por el monte.”
Ya medio
desmayada le compro unos lichis a un
jovencillo de pelo de cresta de gallo. Rojos, rojos, rojos; suculentos,
jugosísimos, me devuelven la vida. Luego me enteraría que los pintan, por
aquello de la vista…! Es la tradición! Menos mal que una no está al tanto de
todo.
¡Ah! La
Virgencita de Guadalupe platica con un racimo de muchachitas. El portón del
presunto balneario esta entreabierta, unos encervezados están celebrando a
risotadas. De lejos pregunto por Xanath. “Ándele, siga la senda por el monte”, me
esputa un viejo de ojos chispeantes”.
A la puerta del
parque aparecen unos perros ladrando furiosos, uno negro se hace amigo mío
cuando le llamo a voces a Jose luis Hernandez, su dueño. Es Tizoc,
un ESCUINCLE, el cuero brillante y los ojos alerta; remolón y cariñosote,
con 12 años ya sabe que los “amigos” siempre acaban dándole algo bueno.
José Luis se
“disfraza” de indio totonaca, de blanco, sombrero de paja, descalzo para no
maltratar las raíces de la vainilla. Nos va explicando con gracia y pasión la
vida cotidiana de los indígenas, el calendario de los mexicas, el cultivo de la
vainilla y todo cuanto se le ocurre que pueda interesar a los visitantes. La
puesta en escena es espectacular y uno
puede quedarse a vivir allí unos días para volver al contacto con la Tierra.
Dice.
Con unos chupitos
de licor de vainilla y la colaboración monetaria correspondiente me despido de
este hombre que ha sabido hacer de la PROTECCION DE LA NATURALEZA un medio de
vida.
Pero no todo son parques para viajeros curiosos.
Papantla va retomando poco a poco el
lugar que le corresponde como madre de la vainilla, abandonado a favor de los cultivos de lichi y guanábana.
Hoy en día existen plantaciones de vainilla en
CASAS DE SOMBRA que producen hasta tres
toneladas de vainas por hectárea y eso sin la ayuda del abejorro verde
desaguijonado,EUGLOSSA VIRIDISSIMA, que ahora tendrá que buscarse
otro sistema para seducir a su hembra. ¡Y es que el hombre no deja títere con
cabeza!
¿Retomara PAPANTLA su corona de reina de la
VAINILLA ahora que la fusiarosis ataca
las plantaciones de Sava en Madagascar;
ahora que los malgaches se han enamorado
del cacao rey?
Solo la VAINILLA GURMET salvara a Papantla de
Indonesia, China, India… sus más acérrimos competidores.
En esas están.
FOTOS: Cortesia de GOOGLE
FOTOS: Cortesia de GOOGLE
Ay, amigos! Que recuerdo perfumado ese de Papantla! Ganas me dan de ponerme a hacer unas tostadas bien dulces con el resto de la vainilla que me regalo Mery...
ResponderEliminarMejor me quedo con el recuerdo, que luego tendre que matarme a abdominales.
Besos
Un maravilloso reportaje sobre un "mundo" realmente diferente, distante...pero muy cautivador!
ResponderEliminarUn cordial saludo
Pobre escarabajo... ¿a qué se dedicará ahora?
ResponderEliminarTienes razón: no dejamos títere con cabeza.
Muchos besitos
precioso tu viaje y ese sabor a vainilla, siempre te acompañará en tu recuerdo, gracias por traérnoslo.
ResponderEliminarUn beso igoa.
Tus aromas de vainilla me han devuelto a Centroamérica, donde la degusté con ardor y admiración.
ResponderEliminarHoy tu recorrido es color y música y buena comida y verdores y... Todo muy alegre, da gusto, a pesar de la globalización y sus manejos.
Gracias y saludos.
Espléndido post sobre la vainilla y sus secretos. Personalmente, desde niño le guardo devoción, tal vez por su origen sagrado, que yo desconocía. Sorprendente México, el país que más me atrae de todo el continente americano y que será el primero que pise allá en "las indias".
ResponderEliminarGracias, Igoa, por acercarnos a otras culturas. Divino tesoro.
Besos
Me he impregnado del aroma de la vainilla, igoa. Gracias. Un beso.
ResponderEliminarGracias ,Marck! Cautivador, si. Esa es la palabra.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues mira, sobre eso todavia no he in vestigado. Pero todo se andara.
ResponderEliminarPor lo que dicen, muchos abejorros no quedan con tanto fumigar las plantaciones. Dentro de poco tendran que polinizar a mano hasta las patatas. Jajaja!
A lo mejor inventan un robot-abejorro, se me ocurre ahora que seria mas facil que andar ahi con una varita por las flores. No?
Besos
Pues nada: me voy a poner mano a la obra e inventar ese revolucionario robot-abejorro a ver si salgo de la miseria de una puñetera vez.
EliminarHola, Aurora! Es fantastico lo que va descubriendo EL HOMBRE EN LA NATURALEZA...
ResponderEliminarA quien se le ocurriria secarlas, rasparlas y anadirlas al chocolate o al atole?
Fantastico!
Besos
Si, si, Trans, que todo no va a ser ir por ahi con la lupa negra...
ResponderEliminarMira, esta manana me decia: "Mira a la copa de los arboles con esas flores rojo fuego que parecen cuello de cisne...el tronco y las ramas de ese arbol que esta cubriendose de flores, que brotan de sus entranas...El mar! Siempre el mar..
No mires al suelo. No te pertenece."
Seguire este mandamiento.
Un abrazo
Javier, Javier...como se llamaba mi hermano...
ResponderEliminarLa vainilla natural es un aroma delicioso, nada que ver con algunos horrores que nos ofrecen. Pero claro, no esta al alcance de todos.
Menos mal que en algunas vainillinas utilizan un componente del clavo de olor.
Besos
Amiga Mercedes, me alegro que te guste el aroma de la vainilla. Tambien la utilizan para algunos perfumes de calidad.
ResponderEliminarBesos