! POR FIN! EL SONADO RIO YANTZE

Por uno de sus afluentes...

Por algo se llama YANZTE, RIO AMARILLO

MULTA, multa astronomica le ha puesto al gobierno a la empresa responsable de este desastre.

Ya nos vamos acercando…

 Llega el tren, cojo un taxi que le hago hablar con la manager del hostel. Es que cuando una se aparta de la disciplina monetaria, es lo que pasa… metro, ufff; busito, uff uff. La verdad, en secreto, es que estoy un poco harta de tanto contar chavos.

Parece lejos, una especie de avenida al borde del rio, un túnel, la cuesta para el centro… se para enfrente de dos altos edificios en una placita ruinosa. Un restaurante “halal” https://es.wikipedia.org/wiki/Halal

, sí; una estación de metro al otro lado, sí; y la cuesta que sigue, siiii. Bajo, poco me ha cobrado este hombre y le hago reverencia in mente.

Pero no veo ningún cartel de este “Traveling whith Hostel” del demonio. Un portal, otro portal, hasta el portero del halal que ni me mira *&^%+. Le dedico todo mi inventario para sus ascendientes y descendientes. En esas miro al cielo protector y, que veo? El tan deseado cartel en el quinto piso, raro, me digo, original estos chinos. Pues no, entrando y tras inspeccionar el lugar en busca de ascensor comprendo con desmayo anticipado que la flecha bien decorada anuncia la subidita: uno, dos, tres, lengua afuera clavícula descoyuntada; cuarto, respira hondo y tira de la carga; quinto, aterrizaje estrepitoso al ritmo entrecortado de todos los epítetos que me vienen a la memoria.

¡“Ah, sí! Está un poco alto. Nosotros podríamos haberle ayudado” Boquita de piñón se dispone a buscar la habitación con vistas al rio. ¿Coctel? No. Sólo una noche, que quiero coger el barco del Yantze mañana. Ella, la Perfecta del inglés, no está para reservar el barco, pero vendrá dentro de una hora.

 Los BANGBANG del agua han desaparecido ya, pero algunos, pocos, llevan pesos por las escaleras.

Es pronto por la mañana, así es que espero confiada. Nada. Una hora, dos horas, que ya está en camino… y bajo las escaleras en tromba impulsada por los rayos y truenos.

Con un sol maldito abrasador enfilo la cuesta (no puedo ni imaginar las penurias de  la “BANGBANG ARMY”, los miles de hombres que estuvieron acarreando agua del Yantze a la ciudad hasta los años 90) y aterrizo lengua afuera en una especie de paseo arbolado y frente a una panadería “francesa” que son mi salvación en las horas de distress  (entiéndase angustia…). Un capuchino, una pizetta, una caracola deliciosa me levantan la moral guante plastificado en ristre, me gusta el detalle, me digo. Bien, como la tía sabihonda no ha venido, vuelvo a bajar con la esperanza de encontrar una agencia de viajes por el centro. ¡Y qué centro!

Carteles de cruceros de lujo a precios prohibitivos. Cabinas de ensueño, comida deliciosa…bla bla bla precio de sincope solo a partir de 550 USA $ por tres noches, que aquí todo lo calculan, para los turistas, en moneda del enemigo. Además, mañana domingo no bajan los barcos…

Casi mediodía, la hora de cierre. Esta manager ya está harta de calcular precios y fechas y a punto esta de mandarme al carajo cuando entran en la agencia un hombre joven blanco acompañado de una china etérea que resultó de una ayuda inestimable. Gracias a ella conseguí plaza en un barco que saldría el domingo por la mañana. Nada de lujos, un barco de chinos de clase media. El pago? ¡Dólares!!! ¡Aparta Satanás! Yo no puedo cobrarle en $...Finalmente “mis amigos” me proponen pagar con su tarjeta china a cambio de los USA $ que luego le vendrían bien cuando volviese a Bologna. Es que él era italiano, investigador de religiones en Hong-Kong con una beca.

“Amigos os debo la vida”. Y para el centro se fueron en busca del restaurante más picante.

 Por este primer puente tienen que pasar los muertos y probar su inocencia...

Aquí estoy ahora de mañanita en la cuesta maléfica con agujetas de tanto llamar un taxi que me lleve al punto de encuentro del autobús. Tengo que decir que estos taxistas de CHONGKING son de una eficiencia probada y nada sableadores con los turistas. Ya hay tres autobuses rutilantes al borde de la gran avenida y montones de chinos dispuestos a  la gran aventura. Todos muy conjuntados, eso sí.

Le tiendo mis bonos en chino a la jefa del cotarro , que me sienta en el primer bus. “Fullday, fulday” me grita haciendo amago de sentarse. “No te cambiaras de aquí”…

Y empieza la primera parte, la de las prolijas informaciones de rigor. Aprovecho para dormir un poco.  

Paramos a 80 kilómetros, en PUTI ANCIENT TOWN, en Changshou. La guía se enrolla con que es una antigua ciudad reconstruida y que sus gentes guardan celosamente el secreto de la inmortalidad. Ah!!!! Eso me suena.

Es como un delicioso decorado de Madame Butterfly, con sus puentecillos, canales, arboles retorcidos, casas de té, posadas a la antigua… ¿Lo mejor? Unas mujerucas que llegan con sus carretillas de madera vendiendo albaricoques y cerezas. Lleno las alforjas por si acaso.

 Por este puente tienen que pasar los muertos y probar su inocencia...

Venga torturas! A los malos, claro...

 Este belleza dicen que adornaba sus cabellos con la flores que robaba del templo de Budha. En el infierno se contentara con las de los muertos!

¡Uyyyyy, que miedo! Parece que vamos a entrar en la GHOST TOWN, la ciudad de los fantasmas, donde vivía el rey del inframundo… Lo mejor son los nombres: Purgatorio, Puente sin retorno, Paso del fantasma torturador… y así para mayor regocijo de mis vecinos que no paran de contorsionarse para hacer mas vividas las escenas de los diablos.

 Si puedes permanecer tres minutos en e agujero a la pata coja, estas salvado... 

Seguimos en el bus, ya a 400 km. Corremos paralelos al rio hasta BAIDI CITY ( White Emperor City) a 8 kilómetros de FENJIE, donde dicen que el señor de la guerra Gongsun Shu se autoproclamó emperador en el siglo I DC al ver aparecer un blanco dragón en una columna de humo. Los “políticos” poco han cambiado sus estrategias, me digo con una sonrisita. Mi emperador LIU BEI, dicen algunos, murió aquí herido y derrotado. Templos y más templos.

Las escaleras me han dejado con la lengua fuera. Es que todas las “reliquias”, como dice la guía, las han encaramado en colinas para escapar de las aguas mortíferas. A veces ladrillo a ladrillo como Abu Simbel de Egipto.

Gran revolución en el autobús tras el chorro de órdenes de nuestra cancerbero. Empiezan a recoger bártulos y entiendo que vamos, por fin a embarcar cerca de la GARGANTA QUTANG, vamos a hacer noche en el puerto…

¡Dios! Esta especie de barco sobrepasa todas mis pesadillas: pequeño, viejo reviejo, las planchas metálicas recubiertas por raídas alfombras chirrían y se diría que van a salir disparadas por los aires, ya no miro mas y arrastro mi equipaje. Nos juntan en el hall de la entrada y tres cancerberos-funcionarias (parece) se disponen a controlar los documentos de identidad con minuciosidad, el mío con cara de pocos amigos. “? Qué hace aquí esta turista extranjera en este barco de chinos?” Con los bonos en mandarín y la ayuda de la guía se calma y me deja pasar no muy convencida. Ahora distribuyen las habitaciones. Me toca abajo una minúscula cabina asfixiante con un baño cual palangana. Dejo la mochila y corro a buscar a la jefa para ver si me puede “upgrade” este cuchitril. Siiiii, clarrrro, no problemm, arriba en popa, very bigggg, very nice, very nice y así sigue haciendo gestos con las manos del precio de esa ricura lujosa. Regateo duro, me da la llave, y descubro una enorme suite de planchas quejumbrosas con una cristalera impresionante. Sera como dormir en popa arropada con esos cortinones versallescos. 

Merecio la pena el regateo...

 De repente el altavoz lanza consignas indescifrables con tanta energía que se diría que estábamos a punto de naufragar, carreras por el pasillo, portazos, me asomo cierro la puerta y me lanzo a la búsqueda de alguien mejor equipado. “Es para la cena, abajo esta el comedor, nosotros, primera clase, en el primer turno…” Ah ah…

Mesa redonda con cuatro mujeres compuestas para la cena (ilusas, pienso), tres hombres y un niño de unos cinco años medio dormido. La sólita comidita compartida que ya conozco. Verduritas, arroz, panes al vapor, algún fideo con carne sospechosa (es que a mí esto tan picado no me convence) y un pescado viudo en una fuente para todos nosotros…

Este baile entre las fuentes medio vacías y los cuenquitos me tiene harta, así es que les dejo rebañando y me voy a dormir que parece que nos van a despertar al amanecer para admirar la QUTANG GORGE con los consabidos alaridos por el altavoz, que eso sí funciona de madre.

Salto de la cama con un estruendo metálico sin acordarme de los de segunda clase, abajo… Fuera hace frio, la niebla desdibuja los acantilados. Me aparto de la turbamulta y me concentro en los picos emergiendo de las nubes, el agua mansa arcillosa. Difícil imaginar los tan temidos rápidos de las gargantas de otros tiempos, antes de ser domados por ese monstruoso pantano cerca de YICHANG que puede resistir hasta un temblor de potencia 7 y ha hecho montar las aguas y anegado pueblos ribereños y sus “reliquias”.

Desayunamos, es un decir, esa especie de bollos al vapor que solo de recordarlos me dan nauseas con sus verduritas y otros aditamentos. ¡Nunca comer me resultó tanto sacrificio! Ahora el vozarrón nos anuncia otra salida a un complejo turístico de la tribu/minoría de los TUJIA. Empieza a llover a torrencial y mis vecinos miran con  envidia mi paraguas bengalí. Es un espectáculo de música y danza con muy logrados efectos especiales última generación: el amor de un pescador y una belleza etérea…

Desembarcamos cerca de YICHAND y otra vez escaleras arriba para rendir homenaje a un gran poeta antes de recuperar nuestro asiento en el autobús (ojo, el mismo) que nos llevaría al gran parque de TANZILIN desde donde se puede admirar la grandiosa presa https://en.wikipedia.org/wiki/Three_Gorges_Dam

  y ahora la guía parece que recita con fervor la lección aprendida del “desarrollo” y sus beneficios para el pueblo.

Era casi de noche y lo confieso, frente a una nueva escalada, me quede durmiendo en el autobús soñando con otros ríos que habían conquistado mi corazón: el poderoso Amazonas y el embrujador río Dulce de Guatemala, el Nilo...

¡Ay Yantze Yantze! En qué te han convertido estos traficantes de mitos…

 FOTOS: Cortesía de GOOGLE