El supermercado de Georges, donde compro provisiones y recabo informaciones
y chismes, queda cerquita de mis cabañas Smith que no es cabaña sino motel de
largo patio cementado completamente calvo. Menos mal que algunas hamacas ponen
una nota de color en el corredor y la cocina-comedor, al fondo, comparte sombra
con los sapos de ojos rojos que se esconden entre la hojarasca. Prepararse el
desayuno a ritmo de ladrido de los guardianes de la vecina estimula el apetito.
¡Sí!
Ella es una mujer de mediana edad, mulata, de pelos erizados, bien
parecida, que de mañanita aparece con el cigarrillo pegado y las llaves puestas
en la moto. Sale disparada cada dos por cuatro como una exhalación con un ruido
de mil demonios.
Aporreo la valla, los perros enloquecen. "?Tendría una cerilla, por
favor? Es que las mías están todas mojadas..." Me echa una caja y una
sonrisa al aire, Miss Dorothy.
Salgo rápidamente para llegarme al PARQUE NACIONAL DE CAHUITA, a la otra
punta del pueblo, 8 km por el sendero de la playa desde la entrada por playa
Blanca hasta Punta Cahuita.
Este parque fue creado en 1978/82 sin consulta
local por el Gobierno Central que cortó el acceso de la población a los
recursos naturales y llevó el pueblo al Bluff, en el norte, en su emplazamiento
actual.
Sangrillos, el fruta dorada, manglares, almendros, uveros y cocoteros por
doquier para disfrute de monos, pájaros y animales de toda especie. El arrecife
de coral, parte de PARQUE, es el paraíso del buceo y el snorkeling.
Playas de arena blanca. El mar invasor por esta costa ha robado ya 20
metros, milímetro a milímetro ( se llevó la zona de camping y la primera cabaña
de los guardas) y algunos senderos desaparecen cuando sube la marea. Los monos
aúllan en la espesura. Todavía quedan
restos de las perforaciones de la Sinclair Oil Company de 1920 que tras un
incendio pavoroso abandonó el territorio.
Paso el río Perezoso, dormido él en marea baja y llego a PUNTA CAHUITA
muerta de hambre y de sed por hacer caso de las recomendaciones de los
ambientalistas. ¡Mala idea la de volver por PUERTO VARGAS! El idílico sendero
se ha convertido en pista empedrada escoltada por arboles majestuosos que impiden la vista del mar. Además, hay que
pagar 10 & USA los extranjeros para poder salir a la carretera de Limón y
poder parar un bus de vuelta al pueblo...Una guarda en el refugio me da agua
amablemente y me explica cómo funciona el
COMANEJO de este parque y su servicio lejos de la familia.
“Es un trabajo muy duro, pero como yo soy de una familia campesina, de un
pueblo chico…estaba acostumbrada a vivir apartada. A veces me traigo a mi hijo,
cuando no tiene escuela, a él le gustan los animales, correr por aquí.”
Así me entero que tras mucho “palabrar” el
Gobierno Central le reconoció el derecho de manejo del parque al pueblo de
Cahuita, pero sólo entre PLAYA BLANCA y PUNTA CAHUITA. Ellos dispondrían del
dinero recaudado para la conservación del territorio y servicios en “su
entrada”. Puerto Vargas lo gestionaría el Gobierno Central y allí el acceso sería
de pago. Últimamente parece que están de nuevo en pleito.
El excelente bus con aire acondicionado me deja en la estación de autobuses
y volando me instalo en la SODA KAWE para revivirme con UN CASADO DE PESCADO
DIVINO y un agua de maracuyá bendita.
Cansada de mi cabina-garaje me traslado con un sol de justicia al lado del
resto de Miss Edith’s, en unas cabinas por encima del puerto, camino a PLAYA
NEGRA. Sofocante “cajón de madera”por la noche con un abanico antidiliviano y
asmático. Esplendida terraza de madera sobre la playa, cocina disponible y
lectura al borde de la piscina seca bajo los cocoteros… hasta que llegó el
dueño-manager de la capital con aires de supervisor de la cadena Hilton, ¡el
pobre! Luego tendría ocasión de conocer a otros especímenes parecidos: jóvenes
de segunda generación de negociantes, con ciertos estudios de gestión empresarial,
pintureros, ambiciosos pero con poca visión de futuro y modales que dejan mucho
que desear.
CAHUITA, este paraíso de cultura afro caribeña en
un entorno natural impoluto, tendrá que hacer frente a una serie de amenazas que
se perfilan ya en su horizonte: la pérdida de su identidad cultural, la
contaminación de los ríos por la COMPANIAS BANANERAS y el flujo y movimiento
continuo de los NARCOS en la zona, con restricciones a los pescadores locales
que se ven privados de licencias para pescar en mar abierto…
Las mujeres tienen la palabra…
FOTS: Cortesia de GOOGLE
FOTS: Cortesia de GOOGLE
Sentada tranquilamente frente a mi ordi amigo tras diez dias de brujulear por la cutreria revivo este parque de Cahuita como balsamo.
ResponderEliminarGracias sapo ojirojo, que me saludabas cada manana apresurado entre las hojas!
Gracias amiga culebra por ese amarillo rutilante!
Saludos
Excelente reportaje...
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Mark
EliminarSaludos
Uf, menos mal que en tu comentario hblas de bálsamo, porque después de leerte parece que el infierno cercase a Cahuita.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Ya ves, pero ese "balsamo" no lo aprecian todos los amigoa... Jajaja!
EliminarCAHUITA esta en un momento crucial de su desarrollo, en el buen sentido de la palabra. Ahora tienen la ocasion de apoderarse de su destino, antes de que sea demasiado tarde, como en el Salvador...
Saludos
Muy bueno, mi 'maharaní'.
ResponderEliminar¿Y no fuiste a Bribrí?. Pues muchos indígenas te lo hubieran agradecido?. Podrías haber alimentado su excasa despensa de bienes. Mejor que ver 4 monos aulladores y algun que otro perezoso, más instructivo. Bsss.
Muy bueno, mi 'maharaní'.
ResponderEliminar¿Y no fuiste a Bribrí?. Pues muchos indígenas te lo hubieran agradecido?. Podrías haber alimentado su excasa despensa de bienes. Mejor que ver 4 monos aulladores y algun que otro perezoso, más instructivo. Bsss.
No, no fui! Y por la misma razon siempre: No estoy de acuerdo con las "reservas" ni con esos tours/viajecitos de confraternacion con los indigenas/pueblos originarios.
EliminarELLOS deben encontrar su camino, el que mas les convenga en este siglo XXI. No?
Besos