Siempre resultaba que tenía que ir
prioritariamente a otro país de Latinoamérica. Necesitaba información de
primera mano para mi trabajo, una inmersión urgente en uno de aquellos países
hermanos para poder transmitir a mis alumnos no sólo el conocimiento sino
también las emociones y experiencias vividas con los ojos y el corazón.
Pero en el fondo yo sabía que tenía una cuenta
pendiente con BOLIVIA. Una herida profunda se había abierto cuando prendieron y
ametrallaron a ERNESTO GUEVARA, el CHE,
en LA HIGUERA, el 9 de octubre de 1967.
Abandonado,
delatado por aquellos que deseaba fervientemente liberar de sus cadenas,
herido, es asesinado sin ni siquiera apariencia de juicio en el galpón donde lo
tenían confinado.
Orden de La Paz y
sus mentores de LA CIA, con la colaboración de “Ramos”y otros refugiados cubanos.
Más tarde comprendí, sentí, que no se puede
liberar a los que no desean ser libres o que tienen miedo a romper sus cadenas,
o que ni siquiera saben que las arrastran. Su tiempo llegara inexorablemente.
Ahora había
llegado el momento de entrar en BOLIVIA, de palpar la nueva realidad boliviana:
de ver con mis propios ojos, oír con mis propios oídos, hablar con las diversas
gentes que viven en este país, en el recién estrenado ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA.
Llegaría a SANTA CRUZ DE LA SIERRA por imperativos
económicos, aunque me había sido fuertemente desaconsejado por las recientes
olas de violencia racial y el supuesto tráfico de drogas y mujeres que
convierten al departamento (tan bien situado) en la capital del crimen
organizado.
“No cojas un taxi
en el aeropuerto. No te alojes fuera del Primer Anillo. No andes por la calle
fuera del centro histórico y menos por la noche. No hables con la gente, no
preguntes, no les mires, nooooooooooooooooooooo.”
“Me lo repetían muchas
veces, y lo olvidaba muchas más”, como dice el poeta Goytisolo.
Así, cuando Air
Europa nos soltó por fin en Santa Cruz, negocié con un taxista para llevarme al Santa Cruz Backpacker que había
reservado por si las moscas. Cielo azul jironeado de plata y preñadas nubes
negras. Palmeras ondulantes. Huele a monzón y todo luce como paralizado en esta
mañana de domingo. El glorioso TABOROCHI, el árbol tripudo, me da la bienvenida.en medio
de los estanques de plata.
Ya estaba yo
sospechando triquiñuelas cuando, por fin, enfilamos una callecita dormida, la
Yapuani.. El Albergue esta recién terminado, porche/salón cubierto,
cocina/comedor, unas pocas habitaciones y al fondo una pequeña piscina en el
césped rodeada de arboles. Pero 35 USA$ es caro para no tener baño y su
transporte al Viru Viru es más caro que los taxis. Claro que el buen desayuno y
el aire acondicionado compensan en esta cara
“Ciudad que enamora” fundada en 1561, por Ñuflo de Chaves, en honor a su ciudad natal Santa Cruz de la Sierra, en Cáceres.
“¿El Centro Histórico?
¿Se puede ir andando sin problemas? Estamos muertos de hambre”…
Walter es de los
que todo lo resuelven con un OK. “Nada, es atravesar la Cañoto y subir hasta la
plaza 24 de septiembre. Allí están todos los cafés y restaurantes.
¡Ni un alma!
Troto por las callejuelas con la esperanza de poder desayunar opíparamente tras
la dieta forzada de la Air Europa y echarme a dormir hasta la tarde. Poco a
poco van apareciendo familias enteras que se regalan con desayunos
pantagruélicos. Luego me cuentan que es “cultura” cruceña eso del “brunch” del
domingo, todos bien acicalados y dicharacheros.
Abro los ojos en
la noche alertada por los rayos cegadores, el agua golpea con fuerza en los cristales y
el viento zarandea sin piedad los arboles de la piscina. Se ha desatado un
tormenton implacable.
Lunes y cambio de
planes en vista de que amanece todo inundado y lloviendo a raudales. Nada de
MISIONES JESUITICAS ni de PARQUE AMBORO que valga.….. El Zoológico y el Jardín
Botánico me ayudaran en la espera.
El Zoológico,
en fase de reestructuración según reza
un cartelito, aparece bastante descuidado, con pocos animales y zonas
embarradas poco transitables. Es de destacar, sin embargo, un recinto especial de PARABAS que recrea con gran acierto su entorno natural.
Aun todavía me
sorprendo de estar viva después de haber “comido”, es un decir, en uno de los
chiringuitos de enfrente del Zoo.
Llegar al BOTANICO NOEL KEMPFF MERCADO en bus es harina de otro costal. Lejos,
muy lejos en el bus que va a Cotoca (la antigua sede de la capital cruceña) y
su Virgencita milagrosa que parece que no les ha protegido de la fiebre porcina
que los está atacando. Mientras los del municipio, descreídos ellos, asfixia a
la población con sus fumigaciones.
Me divierto no
pagando por aquello de la vejera, tengo que decir que en la nueva Bolivia se
reconocen los méritos y las fatigas de la Tercera Edad. Bella colección de
arboles tropicales renacidos con las lluvias, pocas flores en esta estación.
Una especie de calma opresiva envuelve el bosque autóctono de senderos babosos
amarillentos. Una pareja a lo lejos, en la bruma.
Atravieso la “autopista”
del Oriente y espero en las sombras. Ya es de noche cuando el bus llega al
“centro” (versión del chofer), que resultó estar a años luz de nuestro albergue.
Parece que estamos en el Tercer Anillo, la gente anda disparada y los taxis van
todos ocupados, como rayos, despidiendo chorros de agua a su paso.
Finalmente, la
dueña de un gran almacén de .productos agrícolas en trance de cierre accedió a
mirar mi plano, localizar mi calle y llamar a un taxi desde su propio teléfono.
Era una mujer joven, alta y bien construida, dinámica y emprendedora.
“Es que aquí, en
Santa Cruz, trabajamos duro, incluidas las mujeres. Luego nos critican.”
“Mi papa es de
origen vasco y mi hermano vive en Barcelona, pero como Santa Cruz no hay nada. ¡Jajaja!
Que frio allá en invierno una vez que se me ocurrió ir…casi como en La Paz, que
allí no hay quien pare y encima no se puede respirar. Yo voy sólo por negocios
y me vuelvo a la carrera.”
El taxi no venía.
Sus empleadas indígenas pusieron los candados y desaparecieron en el brillo de
las farolas. Ella se despidió con un apretón de manos y un no pague más de la
tarifa.
Mas habría de
pagar, sí, cuando tras culebrear por toda Santa Cruz me dejó a la puerta de mi
casa. Tan contenta estaba yo que no dije ni mu.
Al día siguiente
me escapé de esa pesadilla a remojo y me fui en avión a SUCRE aprovechando la
generosa oferta de Boliviana de Aviación, la capital por derecho, la blanca.
SANTA CRUZ DE LA
SIERRA nos veremos de nuevo las caras, le prometí puño en alto.
FOTOS: cortesía de
GOOGLE
Hale! Mi Bolivia revisitada. Que gusto me va poder volver a caminar por todas esas calles, hablar con sus gentes, degustar sus comidas, sentir la fuerza de sus montanas, admirar la belleza de sus lagunas, palpar la dignidad y el orgullo recobrado de sus naciones originarias...
ResponderEliminarPero volvere, la selva me espera.
Saludos
Te leo desde SriLanka, casi desde tu casa. Y tu contándome desde Bolivia. El mundo globalizado esta loco. Como no has leido mi contestacion en mi blog, te diré que he estado en Jaffna, al norte. En linea recta, unos pocos kms. de tu Pondicheri. Besos. Te saldra 3 veces, borra.
ResponderEliminarTe leo desde SriLanka, casi desde tu casa. Y tu contándome desde Bolivia. El mundo globalizado esta loco. Como no has leido mi contestacion en mi blog, te diré que he estado en Jaffna, al norte. En linea recta, unos pocos kms. de tu Pondicheri. Besos. Te saldra 3 veces, borra.
ResponderEliminarOye! que no cuento desde Bolivia, sino DE Bolivia... Asi es que aqui estoy de nuevo tras dos meses y medio de periplo.
EliminarY tu, donde estas? Todavia por Sri Lanka? Dices "he estado en Jaffna", quiere decir que ya has vuelto a tu tierra? Espero que no y que aparezcas por aqui.
Besos
Sigo pero ahora en el sur: Galle. Me quedan 2 dias. Besos.
EliminarSigo pero ahora en el sur: Galle. Me quedan 2 dias. Besos.
EliminarSigo pero ahora en el sur: Galle. Me quedan 2 dias. Besos.
EliminarTe leo desde SriLanka, casi desde tu casa. Y tu contándome desde Bolivia. El mundo globalizado esta loco. Como no has leido mi contestacion en mi blog, te diré que he estado en Jaffna, al norte. En linea recta, unos pocos kms. de tu Pondicheri. Besos. Te saldra 3 veces, borra.
ResponderEliminarYo a mi maestro no le borro nada!
EliminarMas besos
Ah, tu/mi Bolivia. Aunque yo no estuve en Santa Cruz con la intensidad con que tú la recorriste, también la recuerdo como la extraordinaria puerta al maravilloso país (al que quiere dar la espalda). ¿No fuiste a Amboró o volviste después? Para mi fue algo inolvidabkle: Samaipata, la selva, los últimos pasos del Che y el camino por tierra hasta Sucre... Espero más.
ResponderEliminarGracias y saludos.
La verdad es que el primer contacto con Santa Cruz fue un poco agrio, demasiadas ideas en la cabeza y eso no es lo mejor para viajar. Luego la lluvia torrencial que aborrezco fuera de mi casa.
EliminarVolvi a Santa Cruz al final de mi recorrido, muertecita de todos los frios que habia pasado en el altiplano y dispuesta adormir como un tronco sin las sorochi pill.
Santa Cruz me abrazo.
Saludos
Realmente un viaje interesante, y una gran experiencia vital !
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Mark
EliminarSaludos
Bueno, esta vez lo tomare como "no vayas que ya te cuento yo" jajajaajaja. Si porque entre tanta descripcion de viajes en estos tiempos uno se empequeñece pensando en que no puede ir a todos, y de vez en cuando sienta bién uno de estos para quitar las ansias de ver mundo.
ResponderEliminarNo senor! que eso de viajar de mentirijillas no sirve de gran cosa... A lo sumo, en ciertos casos, para espolear las ansias, como dices.
EliminarYo pienso siempre: "me tengo que dar prisa, me tengo que dar prisa si quiero cumplir todos mis suenos, que son muchos".
A mi lo que me da envidia son tus fotos! Jajaja! Pero eso ya no tiene remedio, sera para la proxima reencarnacion. Voy a pedir desde ya "mano fotera".
Besos
Hola, Igoa, buenos días, qué tal…?
ResponderEliminarMuchísimas gracias por la recreación de tu viaje, con un excelente relato, y la información que nos das de esta zona de Bolivia.
No conozco el lugar, y no tengo mucha información, así que se agradece cuando es, como en tu caso, de primera mano.
Un abrazo!
Hola, Juande! Gracias por pasarte por aqui. Yo tampoco conocia Bolivia y las noticias que tenia de viajeros eran muy dispares, pero a mi me ha sorprendido el progreso realizado en tan pocos anos y me ha encantado su gente.
EliminarEn cuanto a la Naturaleza, no tiene rival.
Un abrazo
Buenas Igoa. Hermosa y exhaustiva crónica de tu viaje, en este caso por tierras bolivianas. Lo que más me ha gustado ha sido la referencia y el enlace relacionado con la "eliminación" del Che Guevara, con la CIA por medio. Un triste episodio más de la Guerra Fría. Me han hecho reflexonar mucho tus palabras "Más tarde comprendí, sentí, que no se puede liberar a los que no desean ser libres o que tienen miedo a romper sus cadenas, o que ni siquiera saben que las arrastran. Su tiempo llegará inexorablemente", y me ha recordado la situación política y económica de la España actual, donde siguen habiendo muchos que adoran las cadenas de manera patética, cadenas impuestas por un capitalismo degenerado y globalizado, destructivo como la bestia que se ve acorralada. Un fuerte abarzo
ResponderEliminarAy, Javier! Exhaustiva, si, jajaja! Es que una empieza escribir y es como una emorragia imparable. Luego me digo que no tengo derecho a abuser de la paciencia de los amigos...pero me perdonais. No?
EliminarEspana? Miedo me da eso que decias del Tratado de Libre Comercio con USA.
Besos y que disfrutes de las vacaciones, bien merecidas.
'hemorragia"quise decir. Perdon.
EliminarHale, a viajar! Desde mi puesto de vigia a pie de mi compu. Me encuentro a BOLIVIA, SANTA CRUZ DE LA SIERRA, tristemente famosa estos ultimos tiempos...
ResponderEliminarLos TABOROCHIS me alegran esta manana de casi encierro.
Ayer sali a la calle a la siete de la "noche" de aqui empujada por el imperioso deseo de cenarme una MASALA DOSA... Dios! Todo oscuro, ni un alma, hasta los mendigos se habian evaporado. Sigo andando por la Mission Street con la ilusion de un milagro de restaurante Surguru esperandome...
"Madam, esta todo cerrado, es la hora". Me lanza el hombre que esta terminando de recoger sus bartulos en la acera, para la venta de manana.
Me vuelvo a la carrera, paraguas bengali (mi companero)en ristre por si las moscas...
Me da angustia esta oscuridad prenada de presencias, un trotecito mas y mi verja salvadora. Me arranco la odiosa mascarilla y blummm, el porton metalico restalla. Adentro, salvada!
La noche negra es mi enemiga...